Pakistán: policía rodea la casa de Khan al final del plazo para entregar a sospechosos
LAHORE, Pakistán (AP) — La policía de Pakistán mantenía el jueves el asedio a la casa de Imran Khan tras la finalización del plazo de 24 horas dado al ex primer ministro para entregar a los sospechosos que supuestamente se refugian dentro de la vivienda.
El cerco y la exigencia de las autoridades de entregar a los sospechosos, buscados por las violentas protestas tras la reciente detención de Khan, han enfurecido a muchos de sus seguidores y hace temer más enfrentamientos entre ellos y las fuerzas de seguridad.
La semana pasada, los seguidores de Khan atacaron propiedades públicas e instalaciones militares luego de que fuese sacado a la fuerza de un tribunal y detenido. Al menos 10 personas murieron en choques con la policía en todo el país. La violencia remitió solo cuando la Corte Suprema ordenó la puesta en libertad del político.
El popular líder opositor quedó libre durante el fin de semana y regresó a su domicilio en un lujoso vecindario de Lahore, la segunda ciudad más grande del país y capital de la provincia de Punjab. Docenas de sus partidarios se alojan allí con él, además de sus guardas privados. La policía, que rodeó la residencia el miércoles, dice que quiere que 40 sospechosos se entreguen.
El ultimátum para Khan terminó a las 14:00 hora local, pero no había indicios inmediatos de movimientos inusuales de la policía. El partido de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf, invitó a reporteros a la vivienda para ser testigo de cualquier incursión policial en los terrenos.
Normalmente, entre 200 y 300 de partidarios de Khan, armados con palos, custodian su residencia las 24 horas, pero la mayoría desaparecieron durante la noche. La policía acordonó una de las principales calles de acceso a la casa y pidió a los residentes que utilizasen una ruta alternativa.
“Probablemente mi último tuit antes de mi próximo arresto", escribió el popular líder de la oposición, de 70 años, el miércoles, tras el inicio del operativo. “La policía ha rodeado mi casa".
Más tarde, Khan se dirigió a sus partidarios para señalar que la policía solo puede registrar su casa con una orden y “no irrumpir sembrando el caos”.
Según Amir Mir, vocero del gobierno regional de Punjab, los agentes estaban preparados para utilizar sus armas de fuego en casa de ser atacados. En una conferencia de prensa el jueves indicó que al menos 3.400 sospechosos relacionados con los choques han sido detenidos y que se planean más redadas.
Las autoridades paquistaníes han anunciado que los civiles implicados en las recientes protestas antigubernamentales serán procesados en cortes militares. Molestos por los recientes ataques a instalaciones militares, dos legisladores y algunos políticos veteranos han abandonado el partido de Khan alegando que no pueden apoyar al hombre que incitó a la violencia.
El anuncio suscitó las críticas del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional y la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, que se oponen a esta medida. En el país, los juicios militares suelen celebrarse a puerta cerrada, lo que priva a los civiles de algunos de sus derechos básicos, como la contratación de un abogado de su elección.
Khan, fue destituido el año pasado tras una moción de censura en el Parlamento que considera ilegal una conspiración occidental.
Actualmente, enfrenta más de 100 causas judiciales, en su mayoría por incitar a la violencia, amenazar a funcionarios y violar la prohibición de celebrar actos políticos. Además, enfrenta un caso de corrupción junto a su esposa y fue citado por la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas para responder a preguntas en relación con el caso el jueves.
Pero Khan informó a la agencia que no podía asistir porque estaba ocupado tratando de impedir su detención en muchos de los casos que tiene abiertos. En su respuesta por escrito, apuntó que la investigación en su contra tenía motivaciones políticas.
Se espera que más tarde en el día participe en un mitin con simpatizantes en las afueras de Lahore.
___
El periodista de The Associated Press Munir Ahmed contribuyó a este despacho desde Islamabad.