Subasta de joyas de heredera en Christie’s no supera estimaciones
GINEBRA (AP) — Un anillo de rubí y un collar de diamantes se vendieron el miércoles por menos de su precio estimado en una subasta de Christie’s que ofrecía la amplia colección de joyas de una difunta heredera austriaca que fue comprada con riquezas de un imperio minorista que se remontaba a la era nazi en Alemania. El remate había sido criticado por grupos judíos.
La casa de subastas defendió la venta de unas 700 piezas de joyería, diciendo que las ganancias se destinarán a causas benéficas, incluido un museo de arte de Viena e investigación médica. La colección pertenecía a Heidi Horten, cuyo esposo alemán construyó un imperio minorista a partir de la década de 1930. Horten murió el año pasado.
Grupos de defensa de los derechos de los sobrevivientes y víctimas del Holocausto habían instado a Christie’s a no continuar con la venta.
El Rubí Sunrise de casi 26 quilates, que Horten compró por el equivalente de unos 30 millones de dólares en 2015, se vendió el miércoles por poco más de 13 millones de francos suizos (unos 14,6 millones de dólares), incluidos los honorarios y la “prima del comprador”. La estimación previa a la venta era que alcanzara entre 14 y 18 millones de francos.
Previamente, el diamante Briolette de India de 90 quilates, la pieza central de un collar adornado con diamantes más pequeños, se vendió por 6,3 millones de francos suizos, incluidas las tarifas. Su rango estimado previo a la venta había sido de 9 a 14 millones de francos.
Los compradores de los dos artículos estrella no fueron identificados de inmediato.
En general, Christie’s dijo que la venta del miércoles, la primera parte presencial de una subasta que ya se había iniciado en línea este mes, alcanzó los 156 millones, por encima de la estimación mínima de 139 millones en el evento del día.
El remate incluía zafiros, esmeraldas, perlas, diamantes y mucho más.
La subasta llegará a una etapa final el viernes, pero los lotes principales se ofrecieron el miércoles.
Se realiza en medio de controversia.
Christie’s rechazó los pedidos de algunos grupos judíos para que se retirara la venta. Reconoció que Heidi Horten obtuvo una “herencia significativa” de su esposo, Helmut Horten, quien murió en 1987. Él había comprado negocios judíos “vendidos bajo coacción” durante la era nazi para construir un imperio minorista. Christie’s dijo que las acciones de Helmut habían sido “bien documentadas”.
Decenas de miles de tiendas minoristas propiedad de judíos fueron “arianizadas” bajo los nazis, y los valores de las propiedades judías se vieron deprimidos por las medidas de boicot, los ataques de propaganda y otras presiones de las autoridades en la década de 1930 en Alemania. Muchos judíos no recibieron compensación.
Los empresarios como Horten se pudieron aprovechar de las circunstancias. Horten construyó la mayor parte de su riqueza después de la guerra, pero su marca de grandes almacenes nació en el período nazi.
Christie’s dijo que todas las joyas se compraron durante más de 50 años, desde principios de la década de 1970, más de un cuarto de siglo después de que los nazis fueran expulsados del poder al final de la Segunda Guerra Mundial. La casa de subastas dijo que se hizo cargo de la colección bajo el entendido de que todas las ganancias se destinarían a causas benéficas.
David Schaecter, presidente de la Fundación de Sobrevivientes del Holocausto de Estados Unidos, dijo que el grupo estaba al tanto de la explicación de Christie’s, pero dijo que “incuestionablemente trivializa el Holocausto para justificar el uso de dinero extraído brutalmente del pueblo judío en condiciones bárbaras, condiciones que la gente de hoy apenas entiende, para apoyar los ‘fines caritativos’ elegidos por el beneficiado”.
“La fortuna de Horten no puede separarse del asesinato de seis millones de judíos, incluido un millón y medio de niños”, dijo Schaecter en un comunicado enviado por correo electrónico por el abogado del grupo. “En mi opinión, cualquiera que compre estas joyas llevará la sangre de las víctimas judías de la Shoah (el Holocausto) alrededor de sus cuellos o en sus manos para siempre”.