Los serbios entregan miles de armas tras tiroteos masivos
BELGRADO, Serbia (AP) — Los ciudadanos serbios han entregado unas 6.000 armas sin registrar en los tres primeros días de un periodo de amnistía, dentro de una campaña de desarme tras dos tiroteos masivos la semana pasada, indicó la policía el jueves.
La policía también ha recibido 300.000 rondas de munición y unos 470 dispositivos explosivos en ese periodo, según dijo en Instagram el Ministerio serbio del Interior.
La campaña para eliminar el exceso de armas en Serbia comenzó después de que 17 personas murieran y 21 resultaran heridas en dos tiroteos masivos la semana pasada. Muchas de las víctimas eran niños, y una de las balaceras fue el primer tiroteo escolar en la historia de Serbia.
Las autoridades han dado a los ciudadanos hasta el 8 de junio para entregar las armas sin registrar o enfrentar penas de prisión. También se han prohibido las nuevas licencias de armas, se han impuesto más controles sobre los propietarios y campos de tiro y se han introducido sanciones más duras por la posesión ilegal de armas.
El agresor en la escuela fue un niño de 13 años que empleó el arma de su padre para disparar a sus compañeros de una escuela primaria del centro de Belgrado el pasado miércoles, según la policía. Al día siguiente, un hombre de 20 años disparó a la gente con un arma automática en una zona rural al sur de la capital.
Se estima que Serbia es uno de los países europeos con más armas por persona, debido en parte a las guerras de la década de 1990. La policía detuvo el miércoles al padre del sospechoso por el ataque en el pueblo por posesión ilegal de armas.
Los dos sucesos han provocado peticiones de cambios y más tolerancia en la sociedad serbia. Miles de personas han marchado en protestas lideradas por la oposición en Belgrado y otras localidades, exigiendo renuncias de ministros del gobierno populista y la prohibición de cadenas de televisión que emiten contenido violento e invitan a criminales de guerra. Había más protestas previstas para el viernes.
El presidente populista de Serbia, Aleksandar Vucic, ha acusado a los partidos de oposición de utilizar la tragedia con fines políticos. Ha anunciado su propia marcha a finales de mayo.
Vucic, antes ultranacionalista y que ahora dice que quiere que Serbia entre en la Unión Europea, ha sido acusado de fomentar el discurso de odio contra sus rivales, limitar la libertad de expresión con un férreo control sobre los medios tradicionales y tomar el control de todas las instituciones del estado. Él lo ha negado.