Putin dice que Occidente libra una "guerra real" con Rusia
El presidente ruso Vladímir Putin declaró el martes que Occidente ha desatado una “guerra real” contra Rusia, recalcando lo dicho en otras ocasiones durante las celebraciones por el Día de la Victoria, que este año fueron mucho más discretas, un posible reflejo del impacto que la guerra en Ucrania ha tenido en sus fuerzas.
Horas antes, Rusia lanzó su mayor ofensiva de misiles crucero contra objetivos en Ucrania, cuya invasión inició Rusia hace más de 14 meses. Las autoridades ucranianas señalaron que sus defensas antiaéreas destruyeron 23 de los 25 misiles que se dispararon hacia su territorio.
El mandatario ruso ha intentado en reiteradas ocasiones proyectar su invasión a Ucrania como una medida necesaria para defenderse de la amenaza de Occidente. Kiev y sus aliados occidentales aseguran que no representan ninguna amenaza y que la guerra rusa es con el objetivo de repeler la injerencia de Occidente en un país que Rusia considera parte de su área de influencia.
“Hoy, la civilización se ve de nuevo en un punto de inflexión decisivo”, dijo Putin en las celebraciones anuales en memoria de la derrota de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. “Se ha desencadenado una guerra real contra nuestra madre patria”.
Putin ha recurrido a menudo al uso de retórica patriota desde los primeros días de la guerra en un intento por arengar a sus ciudadanos y sus soldados, y el 9 de mayo es una de las fechas más importantes del calendario político ruso. Pero las celebraciones de este año fueron considerablemente más modestas, al menos en parte debido a las preocupaciones de seguridad después de que se han reportado varios ataques con drones en territorio ruso.
Unos 8.000 soldados participaron en el desfile del martes en la Plaza Roja de Moscú, la cifra más baja desde 2008. Incluso la procesión de 2020, el año de la pandemia de COVID-19, contó con cerca de 13.000 soldados, mientras que el año pasado hubo alrededor de 11.000. No hubo sobrevuelos de aviones militares y el evento duró menos de una hora.
“Esto está mal. No hay tanques”, dijo Yelena Orlova, quien veía los vehículos pasar por la avenida Novy Arbat de Moscú mientras salían de la Plaza Roja. “Estamos molestos, pero está bien, será mejor en los próximos años”.
Las fuerzas del Kremlin desplegadas en Ucrania defienden un frente de batalla que se extiende por más de 1.000 kilómetros (600 millas), presumiblemente reduciendo las filas de soldados disponibles para este tipo de eventos.
"Se suponía que esto fuera un despliegue del poderío militar ruso. Pero buena parte de ese poderío militar ya ha sucumbido en Ucrania, y Rusia no tiene mucho que presumir en su desfile en la Plaza Roja, señaló Keir Giles, experto sobre Rusia para el grupo Chatham House de Londres.
Como despliegue de equipo militar, fue “muy decepcionante”, declaró Michael Clarke, profesor invitado de estudios sobre la guerra en el King's College de Londres, destacando que el tanque emblemático de la Segunda Guerra Mundial, el T-34, fue el único modelo de tanque en exhibición. “Por lo general, muestran todas sus cosas realmente modernas, y no tuvieron nada de eso. Tampoco parecían tener vehículos de combate. Así que no presentaron nada nuevo”.
Además, en varias ciudades se cancelaron las tradicionales procesiones del Regimiento Inmortal, en el que las multitudes salen a las calles para mostrar fotografías de sus familiares que murieron o participaron en la Segunda Guerra Mundial, parte fundamental de la celebración.
“Eso parece haber sido por miedo de que aquellas personas que han perdido a familiares en la guerra actual en Ucrania pudieran sumarse a la procesión y mostraran la magnitud de las bajas que ha sufrido Rusia en su guerra actual”, comentó Giles.
Los medios de comunicación rusos contaron 24 ciudades en las que también se cancelaron los desfiles militares por primera vez en varios años. Funcionarios regionales atribuyeron las restricciones y las cancelaciones a “preocupaciones de seguridad”, sin entrar en detalles, o se refirieron a la “situación actual”. Se desconoce si sus decisiones fueron en coordinación con el Kremlin.
La semana pasada Rusia aseguró que frustró un ataque con drones ucranianos contra el Kremlin, el cual describió como un intento de asesinato fallido en contra de Putin. El mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy negó cualquier participación.
No se pudo verificar de forma independiente el supuesto ataque, el cual las autoridades rusas afirman que ocurrió durante la noche pero no presentó evidencia alguna para sustentar sus acusaciones.
Desde una tribuna en la Plaza Roja, Putin elogió a los soldados que participan en la guerra en Ucrania e instó a la población rusa a mantenerse unida.
“Nuestros heroicos ancestros demostraron que no hay nada más fuerte, más poderoso y más confiable que nuestra unidad. No hay nada más fuerte en este mundo que nuestro amor por nuestra patria”, declaró Putin.
La lista de invitados también fue reducida debido al extenso aislamiento diplomático a Putin a causa de la guerra. En un principio, se tenía prevista la visita de apenas un dignatario extranjero al desfile de este año: el presidente de Kirguistán, Sadyr Zhaparov. La lista de gobernantes extranjeros que asistieron al desfile del año pasado fue de cero.
Las autoridades anunciaron de último minuto el lunes que los mandatarios de Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán también viajarían a Moscú.
Mientras se llevaban a cabo las celebraciones, Yevgeny Prigozhin, director del Grupo Wagner, un contratista militar privado, dijo que sus soldados aún no recibían las municiones que les había prometido el ejército, pero que seguirían luchando en la asediada ciudad de Bájmut a pesar de que previamente habían amenazado con retirarse del lugar.
En un video publicado en Telegram, Prigozhin aseguró que unidades del ejército ruso habían abandonado sus posiciones en la ciudad debido a la “estupidez de sus líderes” — refiriéndose al Ministerio de Defensa — y que el ministerio había amenazado con acusar a los soldados de Wagner de traición si también se replegaban.
Las acusaciones de Prigozhin no se pudieron verificar de forma independiente y el ejército ruso no ha comentado al respecto.
La amenaza de retiro significa un nuevo tropiezo en la añeja disputa de Prigozhin con los mandos militares rusos sobre crédito y tácticas de guerra.
El martes contrastó el lujo de las celebraciones del 9 de mayo, transmitidas a todo el país, con lo que se vive en el campo de batalla.
“El Día de la Victoria marca el triunfo de nuestros abuelos; no merecíamos en absoluto esta victoria. La contraofensiva será en el campo de batalla, no en la televisión”, advirtió Prigozhin, quien afirmó que el Estado ruso es “incapaz de defender al país”.
Prigozhin se ha vuelto reconocido por sus declaraciones incendiarias, particularmente en momentos clave en los que la atención está en otro lado. Pero hacer este tipo de comentarios durante el Día de la Victoria es algo sumamente atrevido.
En tanto, la fuerza aérea ucraniana informó vía Telegram que se dispararon ocho misiles crucero Kalibr desde portaaviones en el mar Negro hacia el este del país, y otros 17 desde aeronaves estratégicas.
La ofensiva se produjo horas después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegara a Kiev.
Von der Leyen llamó a los países integrantes de la Unión Europea a tomar medidas para evitar que algunas naciones ayuden a Rusia a evadir las sanciones del bloque. La UE ha notado que se siguen comerciando ciertos productos que fueron prohibidos para socavar las labores bélicas de Rusia, destacó.
Von der Leyen no mencionó por su nombre a dichos países.
Ucrania está interesada en sumarse a la UE, pero su membresía sigue estando lejana. Kiev también espera unirse a la OTAN, acercándose a la alianza militar de Occidente durante la guerra.
Horas más tarde, Zelenskyy usó su discurso nocturno diario para celebrar el Día de Europa, luego de que el lunes decretó que Ucrania celebrará el Día de Europa el 9 de mayo, sumándose al resto del continente que celebran la caída de la Alemania nazi del 8 de mayo.
En su discurso, Zelenskyy comparó las “agresiones brutales de los siglos XX y XXI”.
“Sólo es cuestión de tiempo para que el agresor actual caiga derrotado, como el agresor que perdió hace 78 años, antes de que el revanchismo ruso sea aplastado por la valentía de nuestros guerreros y el poder conjunto del mundo libre”, puntualizó.