Jefe de Cáritas cesado denuncia "toma de poder" del Vaticano
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — La organización benéfica más conocida del Vaticano, Caritas Internationalis, espera abrir un nuevo capítulo esta semana luego de que el papa Francisco cesó a sus principales dirigentes por denuncias de acoso. Pero el recién destituido director se defendió alegando que la Santa Sede participó en una “brutal lucha de poder” alimentada por una actitud “colonialista”.
La tensión se produce en vísperas de la asamblea general de Cáritas, que se reunirá entre el 11 y el 16 de mayo para elegir a sus nuevos líderes tras más de una década de problemas y un perjudicial escándalo de abusos sexuales en África central. La reunión es un paso clave en los esfuerzos de Francisco para renovar la confederación, con sede en el Vaticano, que cuenta con 162 capítulos nacionales y es uno de los grupos de ayuda más conocidos del mundo.
En una extraordinaria muestra del poder papal, Francisco cesó el pasado noviembre al secretario general de la organización, Aloysius John; a su presidente, el cardenal filipino Antonio Tagle; y a los vicepresidentes de Tagle, al tesorero y al asistente eclesiástico. La Santa Sede dijo que una investigación externa había hallado “deficiencias reales” en la gestión que afectaron a la moral del personal en la secretaría de Cáritas en Roma.
No había evidencia de irregularidades financieras ni de conductas sexuales inapropiadas. Pero antiguos empleados describieron un ambiente de trabajo tóxico durante el mandato de John, en el que los trabajadores eran intimidados, acosados y humillados. Varios renunciaron y dejaron su codiciado puesto en el Vaticano, que está exento de impuestos, antes de continuar bajo condiciones abusivas.
Cuando en 2021 comenzaron las quejas internas, la dirección de Cáritas investigó el caso pero se negó a tomar medidas. Las quejas continuaron, lo que llevó al Vaticano a intervenir y lanzar una pesquisa externa independiente. Los resultados derivaron en el decreto papal del 22 de noviembre que apartó a Tagle y al liderazgo de Cáritas y nombró administradores temporales para regir la institución hasta las elecciones de esta semana.
John no dijo nada en el momento de su despido. Pero en la víspera de la asamblea que elegirá a su sucesor, rompió su silencio de seis meses y envió una carta abierta de ocho páginas a la red de Cáritas en un intento de ofrecer su versión. The Associated Press obtuvo una copia del documento, además de otra del predecesor de John que criticó también la “brutalidad” de los despidos.
En el texto, John insistió en que Cáritas funcionaba bien y estaba en una buena posición financiera cuando fue cesado, y apuntó que había pedido la investigación independiente para poder ayudar mejor al personal que se había quejado. La decisión del Vaticano de despedirlo fue “tomada de forma precipitada, con una violencia increíble y muy mala comunicación pública” y había "desacreditado a la iglesia y a una de sus joyas, Caritas Internationalis”.
“Es una toma de poder brutal", escribió sobre el paso a manos de la oficina de desarrollo del Vaticano.
John, ciudadano francés de ascendencia india, presentó su cese en términos raciales. Afirmó que los líderes de Cáritas de regiones más ricas “del norte” habían querido imponer su voluntad sobre la confederación y nunca habían querido un líder “del sur" para la institución.
En respuesta, Caritas Internationalis indicó que durante los seis últimos meses ha llevado a cabo un “viaje de renovación y comunión” basado en el decreto de Francisco que pide una reforma de la organización. El pontífice aprobó recientemente los nuevos estatutos de la asociación, que se presentarán a los delegados en la reunión que comienza esta semana.
“Nos estamos preparando para que sea un encuentro gozoso, de diálogo sincero y de escucha recíproca, orientado a construir juntos el camino de la futura cooperación fraterna, al servicio de los pobres y de los más vulnerables", indicó Cáritas en un comunicado a la AP.
La esperanza es que las nuevas elecciones cierren un capítulo profundamente problemático para Caritas Internationalis que ser remonta una década atrás, incluyendo la abrupta decisión del Vaticano en 2011 de no permitir que la secretaria general de la época optase a la reelección para un segundo mandato porque no estaba promocionando suficientemente la “identidad católica” de la organización.