Arrestado en Pakistán el ex primer ministro Khan
ISLAMABAD (AP) — El ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, fue arrestado el martes y sacado por la fuerza de una corte cuando comparecía para enfrentar cargos por diversos casos de corrupción, en una dramática exacerbación de las tensiones políticas que devinieron en violentas manifestaciones de parte de sus airados simpatizantes en todo el país.
El arresto de Khan, defenestrado con una moción de censura en abril de 2022 pero que se mantiene como una importante figura de la oposición, supuso la confrontación más reciente en Pakistán, donde los arrestos de exprimeros ministros y las intervenciones de las poderosas fuerzas armadas han estado a la orden del día durante años.
Al menos una persona murió y cinco resultaron heridas durante en enfrentamientos entre manifestantes y militares en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, segun versiones de prensa, en tanto que hechos similares de violencia dejaron 15 heridos en Karachi, Peshawar, Rawalpindi y Lahore. La policía disparó gas lacrimógeno para dispersar a los inconformes.
En medio de la violencia, la autoridad de telecomunicaciones de Pakistán anuncio que las redes sociales fueron desactivadas, incluido Twitter, y que el servicio de internet fue suspendido en la capital, Islamabad, y otras ciudades. Las clases en algunas escuelas privadas fueron canceladas para el miércoles.
Khan fue sacado del alto tribunal de Islamabad y subido a la fuerza a un vehículo blindado por agentes de la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas, que se lo llevaron, dijo Fawad Chaudhry, miembro destacado del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf.
Chaudhry tachó la detención del exastro del cricket, de 71 años, como un “secuestro”. La televisora independiente paquistaní GEO TV emitió imágenes en las que se ve a varios agentes cuando se llevaban a Khan.
Simpatizantes de Khan y policías escenificaron forcejeos afuera del tribunal. Algunos abogados y partidarios de Khan resultaron heridos en la disputa, igual que varios policías, dijo Chaudhry.
Khan fue trasladado a la ciudad guarnición de Rawalpindi, cerca de Islamabad, para interrogarlo en la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas, según funcionarios policiales y gubernamentales. También estaba programado que le efectuaran un examen médico de rutina, dijo la policía.
Khan había llegado al alto tribunal de Islamabad desde Lahore, donde vive, para enfrentar los cargos de corrupción.
Khan censuró los casos contra él, que incluyen cargos de terrorismo, y señaló que constituyen una trama con motivos políticos de su sucesor, el primer ministro Shahbaz Sharif, y señaló que su defenestración fue ilegal y una conjura occidental. Khan ha hecho campaña contra Sharif y exigido elecciones adelantadas.
El arresto del martes se basó en una nueva orden de la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas obtenida la semana pasada en un caso separado de corrupción y que no incluía la libertad bajo fianza.
Los abogados de Khan impugnaron la legalidad del arresto, pero el tribunal lo ratificó, aunque agregó que Khan no debió ser retirado por la fuerza de la sala de la corte. Está previsto que Khan comparezca ante un tribunal anticorrupción el miércoles, dijeron Raoof Hasan, otro líder del partido de Khan, dijo al canal en inglés de la televisora Al Jazeera que la detención era una “intromisión descarada de los poderosos en asuntos judiciales”.
“Estamos en completa oscuridad. Prácticamente fue secuestrado de la corte”, afirmó. Antes de dirigirse a Islamabad, Khan había difundido un video en el que decía estar “mentalmente preparado” para su arresto, un indicio de que podría saber lo que le esperaba en la capital.
El líder opositor, que resultó herido por un tiroteo durante un mitin el pasado noviembre -un ataque en el que murió uno de sus seguidores y 13 resultaron heridos- ha insistido sin presentar pruebas en que hay una trama para asesinarle liderada por la agencia de espionaje del país.
El tirador que disparó a Khan fue detenido de inmediato. La policía publicó después un video del reo retenido y dijo que había actuado solo.
En un firme comunicado, el ejército criticó el lunes las “acusaciones maliciosas e inventadas” de Khan sobre su participación en el ataque de noviembre y las describió como “extremadamente desafortunadas, deplorables e inaceptables”.
Tras la detención de Khan, Sharif tuiteó una dura crítica a su predecesor por sus acusaciones contra el ejército.
“Que quede absolutamente claro que usted, como ex primer ministro, actualmente en juicio por corrupción, está reclamando la legitimidad de anular el sistema político y legal”, tuiteó Sharif, que gobierna en medio de una crisis económica y mientras el país trata de recuperarse de devastadoras inundaciones que mataron a cientos de personas y causaron daños por valor de 30.000 millones de dólares.
Khan es el séptimo primer ministro detenido en Pakistán. Zulfikar Ali Bhutto fue detenido y ahorcado en 1979. El hermano del actual mandatario, Nawaz Sharif, que también fue primer ministro, fue arrestado en varias ocasiones por acusaciones de corrupción.
La policía asaltó en marzo la residencia de Khan en Lahore en un intento de detenerle siguiendo una orden judicial en otro caso. Docenas de personas, incluidos policías, resultaron heridos en los enfrentamientos resultantes. Khan no fue detenido entonces y más tarde obtuvo la libertad bajo fianza en ese caso.
Khan llegó al poder en 2018 tras ganar las elecciones parlamentarias. Sus relaciones inicialmente buenas con el ejército del país se fueron agriando. El ejército ha gobernado Pakistán de forma directa durante más de la mitad de los 75 años desde que el país consiguió la independencia del gobierno colonial británico, y ejerce una considerable influencia sobre los gobiernos civiles.