Soldados ucranianos se preparan para ofensiva contra Rusia
EN ALGÚN LUGAR DEL CENTRO DE UCRANIA (AP) — Los combatientes salen al amanecer, en fila, fusiles al hombro, brújula en mano, y desaparecen como camaleones en el verde denso de los bosques de la Ucrania central.
Se están entrenando para una muy anticipada contraofensiva contra Rusia, que las autoridades ucranianas esperan cambiará el rumbo de la guerra.
Se trata de un curso de entrenamiento para este escuadrón de la Guardia Nacional, una mezcla heterogénea de voluntarios cuyas edades van de los 22 a los 51 años. El escuadrón es parte de una brigada que ha sido elegida para prepararse para la contraofensiva, y apenas ha tenido unos pocos meses para entrenarse y aceptar nuevos reclutas. Los mismos soldados admiten que sus armas son obsoletas, y temen que no han recibido suficientes recursos y entrenamiento. Pero juran que cuando llegue la hora, estarán listos para luchar.
The Associated Press acompañó a esta unidad de la Stalevy Kordon (“Frontera de Hierro”), una brigada de la Guardia Nacional de Ucrania. Por más de un año desde que Rusia invadió, el frente de batalla ha permanecido casi estático y las fuerzas rusas ocupan casi una quinta parte del país. Estados Unidos y otros países aliados han enviado armas modernas a Ucrania, pero perdura la escasez de municiones y personal.
Ni los soldados ni sus comandantes saben cuándo ni dónde comenzará la contraofensiva, pero saben que no tienen mucho tiempo para prepararse.
“Nos estamos preparando para acciones grandes ahora. Nadie nos dice qué serán. Recibiremos una orden —será quizás mañana, en un mes, no sabemos— de ir a tal lugar”, expresó uno de los líderes del escuadrón, conocido como Grunwald. “Nos preparamos todos los días”.
Los soldados hablaron con la AP con la condición de que se les identifique solo por sus nombres de pila o apodos, y que no se publique el lugar donde se están realizando los entrenamientos.
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov ha dicho que los preparativos “concluirán pronto”. Pero aparte de eso, no hay detalles.
“Cuando sea la voluntad de Dios, cuando el clima lo permita y cuando los comandantes lo decidan, lo haremos”, dijo Reznikov el viernes en una sesión con la prensa.
En el bosque, los soldados caminan con cuidado, la tierra crujiendo bajo sus botas, mientras sus ojos y oídos permanecen alertas por señales de drones o vehículos del enemigo. Cada tantos minutos hacen una pausa para evaluar sonidos inusuales, agachándose y preparándose para disparar.