Irán detiene petrolero con bandera panameña
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — La Guardia Revolucionaria de Irán detuvo el miércoles a un buque petrolero de bandera panameña en el Estrecho de Ormuz, la segunda intercepción de esa clase por parte de Teherán en los últimos días en medio de tensiones por el programa nuclear iraní.
La intercepción del petrolero Niovi renovó las preocupaciones sobre la amenaza que supone Irán para el tráfico marítimo en el estrecho, que da acceso al Golfo Pérsico y por el que pasa una quinta parte del crudo del mundo. El suceso se produjo tras la desaparición de un petrolero en el sureste de Asia que se cree llevaba crudo iraní, entre reportes sobre que podría haber sido tomado por Estados Unidos.
La Marina estadounidense publicó imágenes aéreas grabadas por un dron que mostraban alrededor de una docena de embarcaciones pequeñas de la Guardia Revolucionaria en torno al petrolero a las 6:20 de la mañana. El dron estaba en una patrulla de rutina en la zona y capturó el episodio, aunque la Marina dijo que no había recibido una llamada de auxilio del Niovi, indicó el comandante Timothy Hawkins, vocero de la 5ta Flota de Estados Unidos.
Los barcos iraníes “obligaron al petrolero a cambiar de rumbo y dirigirse a aguas territoriales iraníes ante la costa de Bandar Abbas, Irán”, señaló la Marina.
“Las acciones iraníes son contrarias al derecho internacional y alteran la seguridad y la estabilidad regional”, indicó la 5ta Flota en un comunicado. “El acoso continuo de Irán a barcos y su interferencia con los derechos de navegación son injustificados, irresponsables y plantean una amenaza para la seguridad marítima y la economía global”.
Irán reconoció la toma, y la agencia noticiosa Mizan citó a la fiscalía de Teherán diciendo que un juez ordenó que se le retuviera debido a una denuncia que no fue especificada.
Los registros navieros indicaban que el Niovi es administrado por Smart Tankers, de El Pireo, Grecia. Una mujer que respondió al teléfono en la compañía declinó hacer comentarios sobre el suceso. El Niovi salía sin cargamento de Dubái tras reparaciones en puerto seco y se dirigía a Fujairah, en la costa oriental de Emiratos Árabes Unidos, según la firma de datos Refinitiv.
Teherán detuvo la semana pasada un petrolero que llevaba crudo para Chevron Corp., con sede en San Ramón, California, en medio de tensiones entre Teherán y Washington por el programa nuclear iraní. El Advantage Sweet tenía 23 tripulantes indios y uno ruso a bordo.
Irán ha acusado al Advantage Sweet de chocar con otro barco, aunque no ha presentado pruebas. Irán ha hecho varias afirmaciones infundadas en el pasado al detener barcos extranjeros.
La intercepción de los dos petroleros en una semana se da tras la desaparición del Suez Rajan, con bandera de Islas Marshall y que llevaba un año en el Mar de la China Meridional, cerca de Singapur, tras un reporte sobre supuesto contrabando de petróleo iraní, que está sujeto a sanciones. Los datos de posicionamiento del Suez Rajan lo situaban por última vez cerca de África oriental y en un rumbo que podría llevarlo al continente americano.
El diario Financial Times, así como la firma de inteligencia marítima Ambrey, han reportado que el Suez Rajan fue interceptado por orden de las autoridades estadounidenses. El operador del barco no ha respondido a preguntas de The Associated Press sobre la situación del barco. Las autoridades de Estados Unidos tampoco han hecho comentarios.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Marítimos de Grecia reconoció el miércoles que había enviado hace poco una advertencia a buques griegos en Oriente Medio para que estuvieran alerta a su paso por el Golfo Pérsico. El Ministerio no dijo qué había provocado la advertencia.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel criticó a Irán por interceptar los barcos.
“El acoso de Irán a las embarcaciones y su interferencia con los derechos de navegación en aguas regionales e internacionales son contrarios a la ley internacional y afectan la estabilidad y seguridad regional”, subrayó.
El suceso se suma a una serie de detenciones de barcos y explosiones que han remecido la región.
Los incidentes comenzaron después de que el entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump retirara de forma unilateral a su país del pacto nuclear de Irán con potencias internacionales. El pacto requería que Teherán limitara de forma drástica el enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de sanciones económicas. Los hechos han continuado durante el gobierno del presidente Joe Biden mientras persiste el estancamiento en las gestiones diplomátifcas para reanudar el acuerdo.
La Marina estadounidense también ha atribuido a Irán varios ataques con bombas lapa que dañaron petroleros en 2019, así como un ataque mortal con dron contra un petrolero vinculado a Israel, que mató a dos tripulantes europeos del barco en 2021.
Teherán niega haber realizado esos ataques, pero en las aguas de la región se libra una guerra encubierta más amplia entre Irán y Occidente. Las detenciones iraníes de petroleros son un elemento de esa disputa desde 2019. El último incidente importante se produjo cuando Irán interceptó dos petroleros griegos en mayo de 2022 y los retuvo hasta noviembre.
En Medio Oriente, las milicias que respalda Irán en Siria han llevado a cabo ataques contra fuerzas estadounidenses, incluido uno en el que un contratista estadounidense perdió la vida en marzo pasado. Estados Unidos respondió con ataques aéreos. También ordenó el despliegue de A-10 Thunderbolts II a la región, y en las últimas semanas anunció la presencia de un submarino equipado con misiles guiados.
Desde el derrumbe del pacto nuclear, Irán enriquece uranio más cerca que nunca de niveles armamentísticos. El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica ha advertido que Teherán tiene suficientes reservas de uranio para construir “varias” armas nucleares si decide hacerlo. Irán insiste desde hace años en que su programa tiene fines pacíficos, aunque el OIEA y las agencias occidentales de inteligencia creen que Teherán tuvo un programa militar secreto hasta 2003.
Irán también ha restringido la capacidad de los inspectores del OIEA para supervisar su programa. Sin embargo, la agencia nuclear reconoció el miércoles que hay “trabajos en marcha” para restablecer el equipamiento de supervisión en centros nucleares iraníes tras una visita en marzo de su director general a Teherán. La agencia no entró en detalles y Teherán no mencionó esas conversaciones.
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Los periodistas de Associated Press Nasser Karimi en Teherán, Irán, y Elena Becatoros en Atenas contribuyeron a este despacho.