Australia emprende campaña contra cigarrillos y vapeadores
CANBERRA, Australia (AP) — Australia subirá los impuestos al tabaco en miles de millones de dólares durante los próximos cuatro años, dentro de una campaña del gobierno contra el vapeo y el consumo de cigarrillos.
El vapeo recreativo se prohibirá en un intento del gobierno de evitar adictos a la nicotina en la siguiente generación, indicó el martes el ministro de Salud, Mark Butler.
El impuesto al tabaco subirá un 5% anual a partir de septiembre, señaló, un incremento total de 3.300 millones de dólares australianos (2.200 millones de dólares estadounidenses) repartido durante cuatro años. Esto sigue a otros 234 millones de dólares australianos (157 millones de dólares estadounidenses) para endurecer la regulación de los cigarrillos electrónicos, lo que incluye nuevos controles sobre su importación y empaquetado.
El gobierno seguirá trabajando con los estados y territorios para acabar con la venta de vapeadores en comercios minoristas y de comestibles y facilitar su prescripción con fines terapéuticos.
Para abordar el creciente mercado negro, el gobierno aumentará los estándares de producto para los vapeadores, lo que incluye restringir sabores y colores. Exigirá un envoltorio de estilo farmacéutico, reducirá la concentración y el volumen máximo permitido de nicotina y prohibirá los vapeadores de un solo uso.
Para dar una idea de la escala del problema de salud pública, Butler mencionó registros de avisos al teléfono de toxicología del estado de Victoria sobre niños de menos de cuatro años que habían utilizado un vapeador.
“Este es un producto dirigido a nuestros hijos”, dijo Butler. “El vapeo se ha convertido en el problema de comportamiento número uno en las escuelas secundarias, y se está volviendo generalizado en escuelas primarias. Esto debe terminar”.
Butler dijo que los peleados avances en salud pública asociados a la reducción del tabaquismo podrían perderse por la “nueva amenaza”.
Steve Robson, presidente de la Asociación de Médicos de Australia, el principal grupo de doctores del país, apoyó la medida. “Sabemos que la nueva generación de australianos se está enganchando a los vapeadores y esta es una gran iniciativa”, afirmó.
La directora general de la Fundación de Alcohol y Drogas, Erin Lalor, dijo que la mayoría de las personas que vapean en Australia utilizan productos sin regular y no tienen ni idea de lo que contienen.
“Algunas personas que vapean, incluidos jóvenes, podrían estar consumiendo nicotina sin saberlo y haber creado una dependencia”, señaló.
Las autoridades lanzarán una campaña de salud pública de 63 millones de dólares australianos para disuadir a la población de vapear y animar a los que ya lo hacen a que lo dejen. Los programas que ayudan a dejar de vapear tendrán una inversión adicional de 30 millones de dólares australianos, mientras que el personal de salud recibirá formación sobre abandono del tabaco y la nicotina. El gobierno destinará otros 140 millones de dólares australianos a un programa para ayudar a personas indígenas a dejar de fumar, que se ampliará para incluir el vapeo.
Australia tiene una de las tasas de tabaquismo más bajas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con un 11,2% de australianos a partir de 15 años que fumaban en 2019, según estadísticas del gobierno.