Sur de Chile: una iglesia y 30 maquinarias quemadas

SANTIAGO (AP) — El Congreso chileno aprobó en la tarde del martes una nueva extensión del estado de Excepción en el sur del país tras una madrugada especialmente violenta en la que tres ataques en tres regiones diferentes dejaron un saldo de casi 30 maquinarias y una iglesia afectadas.

La extensión del estado de excepción, que autoriza a los militares al control de las rutas en dos regiones del sur del país -Araucanía y Biobío a más de 600 kms de Santiago- es la vigésimo primera que ha realizado el Congreso. Ha permanecido en vigencia de forma ininterrumpida desde que la decretara por primera vez el ejecutivo el 16 de mayo de 2022.

El intenso debate por la medida legislativa tuvo lugar tras una violenta madrugada. La ministra del Interior, Carolina Tohá, calificó como “graves” los hechos ocurridos en la madrugada del martes. Tres ataques en tres regiones sureñas, Los Ríos, Biobío y la Araucanía, habrían sido “coordinados”, según denunció la funcionaria, puesto que no es habitual que ocurrieran de forma simultánea.

La Fiscalía de Los Ríos informó que se encuentra investigando el incendio intencional que dejó 18 maquinarias afectadas en el interior de un terreno en el área de Panguipulli, adonde se ha trasladado la policía y equipos especializados para recabar datos.

Por su lado, la policía de investigaciones (PDI) de la Araucanía investiga un atentado incendiario en la comuna de Lautaro, donde los testigos relataron que alrededor de la una de la madrugada un grupo de al menos cuatro sujetos encapuchados armados irrumpieron "abruptamente en el domicilio del cuidador”, que fue intimidado y retenido mientras un segundo grupo incendió maquinaria agrícola, acopio de cereales y una casa patronal.

Los autores dejaron “un rayado alusivo a un grupo o una orgánica que opera aquí en la Araucanía junto a la región de los Ríos”, informó el subprefecto Roberto Bobadilla, de la brigada de investigaciones policiales especiales de la PDI de Temuco.

La policía de investigaciones confirmó a The Associated Press que resultó afectada la casa patronal de 300 metros cuadrados, la bodega y oficina con insumos agrícolas, y al menos nueve maquinarias agrícolas, además de semilla de trigo y avena.

En el Biobío, en la comuna de Cañete, en un tercer incidente resultaron afectados una iglesia, una casa y un bus de trabajadores forestales en un ataque incendiario, confirmaron también las autoridades.

En el Congreso, se informó que desde el inicio del estado de excepción en la zona (del 16 de mayo de 2022 hasta 16 de abril) los incidentes han disminuido un 30% con respecto al mismo período del año anterior. Según lo comunicado por el Legislativo, los homicidios bajaron un -56% y los eventos con presencia de armas de fuego, un -36%. Los ataques incendiarios por su partes se redujeron un 21%, según los datos aportados por la policía chilena.

La ministra Tohá argumentó que las cifras son claras al mostrar que el estado de excepción ha sido efectivo, aunque reconoció que la madrugada del martes “marca un hito importante”.

Para Tohá, esta violencia se produce cuando el ejecutivo está progresando en acciones contra el crimen organizado, lo que “no es casual”, en un contexto donde se han contabilizado 229 condenas por hechos de violencia en la Araucanía.

“Se está trabajando duramente en la zona a efectos de tener una persecución efectiva de estos delitos”, declaró.

El estado de excepción fue decretado en toda la región de La Araucanía y en dos provincias del Biobío, a 600 kilómetros al sur de la capital chilena, donde hay un conflicto con sectores minoritarios de la etnia mapuche que exigen por la fuerza la devolución de territorios ancestrales. La restitución de tierras se ha ejercido en buena parte por métodos pacíficos.

Los atentados en la llamada Macrozona Sur son dirigidos principalmente contra maquinarias de empresas forestales que operan en los territorios, los cuales pertenecieron a los mapuches hasta el siglo XIX y que, según su principal reclamo, el Estado chileno les arrebató de forma violenta.

Antes de llegar al poder, Boric favorecía el diálogo con los mapuches para resolver el conflicto, pero un incremento de los atentados lo llevó a decretar al estado de emergencia, a cuya extensión se opuso cuando cumplía su segundo período como diputado (2018-2022).