Extranjeros evacúan y sudaneses buscan refugio ante combates
JARTUM, Sudán (AP) — Mientras gobiernos extranjeros trasladaban por aire a cientos de sus diplomáticos y otros ciudadanos a un lugar seguro, los sudaneses buscaban desesperadamente el lunes la manera de huir del caos, ante el temor de que los dos generales rivales del país intensifiquen su lucha por el poder una vez que se completen las evacuaciones.
En espectaculares operaciones de evacuación, convoyes de diplomáticos extranjeros, profesores, estudiantes, trabajadores y familias oriundas de docenas de países pasaron frente a los combatientes en las tensas líneas de frente en la capital, Jartum, para llegar a los puntos de evacuación. Otros recorrieron cientos de kilómetros hasta la costa este del país. Un flujo de aviones militares europeos, de Medio Oriente, africanos y asiáticos voló todo el domingo y el lunes para sacarlos del país.
Pero para muchos sudaneses, el puente aéreo era una aterradora señal de que las potencias mundiales, después de fracasar repetidamente en negociar un cese del fuego, sólo esperan el recrudecimiento de los combates.
En tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que ayudó a negociar un cese del fuego de 72 horas que entrará en vigor a última hora del lunes. Prorrogará un alto del fuego nominal que coincide con una festividad musulmana y que prácticamente no supuso ninguna reducción de los combates, pero contribuyó a facilitar las evacuaciones.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió sobre una “conflagración catastrófica” que podría abarcar toda la región. Guterres instó a los 15 miembros del Consejo de Seguridad a “ejercer la máxima influencia” sobre ambos bandos para “sacar a Sudán del borde del abismo”.
Los sudaneses enfrentan una angustiosa búsqueda de seguridad en medio de constantes explosiones, disparos y del saqueo de negocios y viviendas por parte de combatientes armados. Muchos se han mantenido ocultos en sus casas durante nueve días. Los alimentos y el combustible están subiendo de precio y son más difíciles de obtener; la electricidad y el internet están suspendidos en gran parte del país, y los hospitales están al borde del colapso.
Quienes contaban con los recursos hicieron el viaje de 15 horas de duración hasta la frontera egipcia o hasta Puerto Sudán, en la costa del mar Rojo. Los que no tenían medios para abandonar el país se dirigieron a provincias relativamente más tranquilas a lo largo del río Nilo, al norte y al sur de Jartum. Muchos más quedaron atrapados, lidiando con una escasez de efectivo y costos de transporte cada vez más altos.
“Salir de Jartum se ha convertido en un lujo”, lamentó Shahin al-Sherif, un profesor de secundaria. Al-Sherif, de 27 años, buscaba desesperadamente transporte que los saque de Jartum a él, a su hermana menor, a su madre, a su tía y a su abuela. Habían estado atrapados durante días en su hogar, en el barrio de Amarat, de Jartum, cuando los combates continuaban afuera. Finalmente, se mudaron a un distrito más lejos y seguro.
Pero al-Sherif espera que las cosas empeoren y le preocupa que su hermana, tía y abuela, todas diabéticas, no puedan conseguir los medicamentos que necesitan. Los precios de los boletos de autobús se han elevado a más del cuádruple, por lo que alquilar un autobús para 50 personas para llegar a la frontera egipcia cuesta alrededor de 14.000 dólares, dijo.
Amani el-Taweel, un experto egipcio en África, advirtió sobre un “sufrimiento horrible” para los sudaneses que no puedan salir. En un país donde un tercio de la población ya necesitaba ayuda humanitaria, las agencias asistenciales ya no pueden llegar a la mayoría de los sudaneses debido a los combates.
Una vez que se completen las evacuaciones, “las partes en conflicto no prestarán atención a ningún llamado a una tregua o un cese del fuego”, sostuvo.
Disparos de alto calibre y estruendosas explosiones sacudían la ciudad por los continuos combates entre los militares y el grupo paramilitar rival llamado Fuerzas de Apoyo Rápido. Por la tarde, los ataques aéreos azotaron el distrito Kalakla, de Jartum, durante una hora hasta que el área fue “arrasada”, indicó Atiya Abdulla Atiya, secretario del Sindicato de Médicos. El bombardeo envió a docenas de heridos al Hospital Turco, una de las pocas instalaciones médicas que aún funciona, dijo.
Por su parte, Egipto negó que alguno de sus diplomáticos haya resultado herido después que el ejército sudanés afirmó que un asistente del agregado militar egipcio murió durante un ataque. El Cairo, que tiene lazos estrechos con el ejército sudanés, se unió a los llamados a un cese del fuego.
Más de 420 personas, entre ellas al menos 273 civiles, han muerto y más de 3.700 han resultado heridas desde que comenzaron los enfrentamientos el 15 de abril.
___ Elhennawy reportó desde El Cairo. Los periodistas de The Associated Press Michael Corder en La Haya, Holanda; Angela Charlton en París; Frances D’Emilio en Roma; Frank Jordans en Berlín, y Edith M. Lederer en Naciones Unidas contribuyeron a este despacho.