Diccionario indígena boliviano será protegido por la UNESCO
LA PAZ, Bolivia (AP) — En un intento por evangelizarlos, hace más de 300 años un jesuita español se dedicó a desentrañar la lengua de una etnia de los llanos orientales de Bolivia y descubrió que la comunidad tenía más de 200 formas para referirse al agua porque convivía con las inundaciones.
El resultado del trabajo del jesuita Pedro Marban quedó plasmado en 1701 en el texto “Arte, vocabulario y catecismo de la lengua Moxa”, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) acaba de incluir en la Memoria del Mundo, un programa que busca preservar y extender la difusión de obras consideradas patrimonio documental global.
El pequeño libro de poco más de 100 páginas acaba de ingresar en la exclusiva lista por su importancia histórica y documental y con fines de preservación, dijo Indira Salazar, representante de la UNESCO, durante la entrega del certificado al Museo Nacional de Etnografía y Folclore de Bolivia, que es el que custodia el documento.
El programa Memoria del Mundo es una iniciativa internacional que no sólo busca proteger el patrimonio documental sino facilitar su acceso, acotó. Hasta ahora, tres textos bolivianos alcanzaron ese título.
Con más de 150.000 kilómetros cuadrados -una extensión más grande que Bélgica- los llanos de Moxos son una gran sabana boscosa y pantanosa al noreste de Bolivia, vecina de la Amazonia, anegada con frecuencia por grandes ríos que bajan de la cordillera de los Andes.
Sus habitantes desarrollaron avanzados conocimientos de hidráulica y aprendieron a construir lomas artificiales para sobrevivir en las inundaciones y de ahí la referencia al agua. “Su preocupación estaba centrada en las inundaciones y el efecto que tenían en su vida diaria”, dijo a The Associated Press el antropólogo Milton Eizaguirre.
En ese entorno Marban y otros religiosos evangelizaron a más de 6.000 indígenas en permanente hostilidad con otras tribus. “Soportamos extrema humedad, los zapatos no duran, soportamos desprecios, ingratitudes, extremo calor, mosquitos, escasez de alimentos y casi desnudos por haberse corrompido la ropa”, según el testimonio del religioso español.
“Era un desafío mental y físico”, sostuvo Eizaguirre, que trabajó de cerca con la UNESCO para registrar el texto.
Marban fue uno de los primeros evangelizadores que llegaron a la zona. Nacido en Valladolid en 1653 murió a los 60 años en una de las 13 misiones que creó en los llanos de Moxos, muchas de las cuales ahora son ciudades.
Es la mayor región ganadera del país y los descendientes de los moxos, llamados mojemos, están vinculados a esa actividad. Su idioma está entre las 26 lenguas reconocidas por la constitución boliviana y su fiesta patronal católica ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los mojemos además se destacan por su amor a la música barroca gracias a la labor evangelizadora.