ONU: Comienzo de año mortífero para cruce del Mediterráneo
ROMA (AP) — El primer trimestre de 2023 fue el más mortífero de los últimos seis años para los migrantes que cruzan el Mediterráneo en botes de contrabandistas, informó el miércoles la agencia de migraciones de la ONU, y sostuvo que uno de los factores que contribuyen a ello es la demora de los países en iniciar rescates.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) documentó 441 muertes de migrantes en la peligrosa travesía marítima del norte de África a la costa del sur de Europa en enero, febrero y marzo. En el mismo período de 2017 se produjeron 742 muertes confirmadas y en el de 2015, 446 muertes.
“La crisis humanitaria persistente en el Mediterráneo central es intolerable”, dijo el director general de la OIM, Antonio Vitorino, en declaraciones sobre el informe de la agencia.
“Con más de 20.000 muertes registradas en esta ruta desde 2014, temo que estas muertes se han convertido en algo normal”, dijo Vitorino. “Los Estados deben responder. Las demoras y brechas en las zonas de búsqueda y rescate determinadas por gobiernos cuestan vidas humanas”.
Con todo lo dolorosas que son las cifras del primer trimestre, la OIM registró cifras aún mayores de muertos o desaparecidos en el Mediterráneo en otros seis trimestres de 2017, siendo la más elevada de 1.430 muertes en el segundo trimestre de 2018.
Se desconoce el verdadero número de vidas perdidas de migrantes que se hacen a la mar en botes de goma no aptos para navegar o embarcaciones pesqueras decrépitas porque muchos de los cadáveres jamás aparecen.
Muchas muertes salen a la luz en los relatos de los sobrevivientes cuyos buques llegan a puerto con menos gente de la que había al zarpar.
La OIM dijo que investiga “varios informes de naufragios invisibles, casos en que se denuncia la desaparición de botes cuando no existen registros de restos u operaciones oficiales de búsqueda y rescate”. El organismo calcula que “la suerte de más de 300 personas a bordo de estas embarcaciones no están claras”.
Sin nombrar países, la agencia criticó duramente las medidas que apuntan a complicar el trabajo de buques de rescate operados por organizaciones humanitarias.