Argentina: múltiples protestas en contra de la pobreza
BUENOS AIRES (AP) — En protesta por la pobreza que alcanza a cerca del 40% de la población argentina y una inflación que no da tregua, organizaciones sociales y políticas bloquearon el miércoles múltiples calles y rutas del país, incluidos los principales accesos a la capital.
Organizaciones izquierdistas que reclaman al gobierno del peronista Alberto Fernández más ayuda social para contrarrestar el deterioro económico, llevaron a cabo el llamado “Piquetazo Nacional” con 120 cortes en Buenos Aires y una veintena de provincias en protesta por los “18 millones de pobres e indigentes” de una población total de 45 millones.
Ante la mirada de los agentes de policía, cientos de integrantes del Polo Obrero y del Movimiento Socialista de los Trabajadores desfilaron por rutas desiertas de automóviles con grandes banderas en las que apuntaban contra el hambre que sufren muchos argentinos.
También se concentraron en varias de las entradas a la capital y advirtieron que si el gobierno no aplica medidas para paliar la crisis en abril pernoctarán durante varios días en una de sus principales avenidas.
Las protestas contra el gobierno se han recalentado en pleno año electoral en el que el peronismo se juega su permanencia en el poder.
La movilización se organizó pocos días después de que se conociera que la pobreza aumentó a 39,2% en el segundo semestre de 2022 en medio de un contexto de aceleración de la inflación. De ese porcentaje, un 8,1% son indigentes, es decir, que no cubren sus necesidades de alimentos. En total, unas 18,6 millones de personas tienen problemas para subsistir en Argentina.
En 2022 el país sudamericano terminó con una inflación de 94,8%, una de las tasas más altas del mundo. En tanto, la inflación anual alcanzó el 102,5% en febrero, la primera vez que llega a los tres dígitos desde 1991, y está previsto que los precios se disparen este año, sumergiendo a más personas en la pobreza.
Los manifestantes están en contra de las políticas de ajuste que el Fondo Monetario Internacional exige al país y que, según denuncian, se profundizarán en las próximas semanas con bajas en los planes de ayuda social.
También piden más comida para los comedores populares a los que acuden millones de personas diariamente en los barrios más humildes y una profundización del programa gubernamental Potenciar Trabajo que garantiza trabajos precarios remunerados a sus beneficiarios.
Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, dijo a The Associated Press que el gobierno “está aplicando un recorte contra los desocupados" tanto en los comedores "como pactando con el FMI nuevos despidos en el Potenciar Trabajo”.
El gobierno anunció una baja de unos 85.000 beneficiarios alegando que no realizaron su validación de identidad para seguir recibiendo los planes, lo que ha agudizado el malestar de los dirigentes de las organizaciones que agrupan a esos trabajadores de la economía informal. El Ejecutivo también ha cuestionado este tipo de protestas por considerar que están politizadas.
Gabriela De La Rosa, integrante del Polo Obrero, dijo a su vez que la comida que llega a los comedores es “polenta, sémola, pocos nutrientes y no hay verduras ni carne”.
“La Argentina es productor de alimentos, pero acá la gente sufre el hambre en los barrios populares”, sostuvo.
Los manifestantes instaron a que el gobierno rompa con el FMI, con el que el acordó una refinanciación de una deuda de más de 44.000 millones de dólares que fue tomada por su antecesor Mauricio Macri (2015-2019).
La desaceleración económica, el aumento de precios y una sequía histórica que ha recortado la entrada de divisas del sector agrícola obligó al organismo de crédito a flexibilizar las metas económicas a las que se había comprometido el gobierno de Fernández, como una reducción del objetivo de acumulación de reservas en el Banco Central.