Justicia de Biden mantiene intransigencia en pena capital
CHICAGO (AP) — Rejon Taylor esperaba que la elección de Joe Biden, el primer presidente que hizo campaña con la promesa de abolir la pena de muerte, significaría que caerían en oídos más solidarios sus denuncias de que prejuicios raciales y otros errores en el juicio fueron la causa de que se le dictara la sentencia capital.
Pero dos años después, los abogados del Departamento de Justicia del actual gobierno se oponen a los intentos del hombre negro de conmutar su pena de muerte con la misma energía que durante la administración de Donald Trump.
“Usan todos los medios legales a su alcance para combatirnos”, dijo el abogado defensor del condenado, Kelley Henry. “Las cosas siguen igual que antes”.
Los adversarios de la pena de muerte esperaban que Biden cumpliera rápidamente su promesa de campaña de abolir la pena capital en el ámbito federal y buscara abolirla en los estados que aún realizan ejecuciones. Pero Biden no ha dado el menor paso para cumplir esa promesa.
Pero no se trata solamente de la inacción de Biden. Un estudio de The Associated Press de decenas de documentos legales revela que el gobierno lucha enérgicamente en las cortes para ratificar las sentencias, incluso cuando el secretario de Justicia, Merrick Garland, las puso en pausa. Abogados de algunos de los más de 40 condenados dicen que no han visto diferencias significativas en las posiciones del Departamento de Justicia durante los gobiernos de Biden y Trump.
“Combaten las apelaciones como siempre lo han hecho”, dijo Ruth Friedman, jefa de la unidad de defensores que supervisa los casos federales de pena de muerte. “Si uno dice que el defendido tiene una discapacidad intelectual, el gobierno responde, ‘no, no es así’. Si uno dice que quiere nuevas pruebas, responden que no tienes derecho a eso”.
Los esfuerzos del gobierno por ratificar las penas de muerte para el supremacista blanco Dylan Roof, que mató a nueve feligreses negros, y de Dzhokhar Tsarnaev, quien colocó la bomba en la Maratón de Boston, son los más conocidos. Los casos de menor repercusión, como el de Taylor, concitan menor atención.
El Departamento de Justicia confirmó que durante el gobierno de Biden no ha coincidido con un solo argumento de prejuicios raciales o errores que podría conducir a la conmutación de una pena de muerte federal.
Es un tema político espinoso. Si bien son cada vez más los estadounidenses que se oponen a la pena capital, está profundamente arraigada. Y al contemplar una campaña electoral para 2024, Biden difícilmente hará de la pena de muerte un aspecto central, dado su silencio como presidente.