Una huelga cierra las escuelas de Los Ángeles
LOS ÁNGELES (AP) — Decenas de miles de trabajadores en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles abandonaron sus puestos de trabajo el martes ante el estancamiento de sus negociaciones laborales, y los maestros se sumaron en solidaridad a los paros de tres días que han paralizado el segundo sistema escolar más grande de Estados Unidos.
Las manifestaciones comenzaron en un estacionamiento de autobuses y se esperaban protestas en escuelas de toda la ciudad de los miembros de la delegación Local 99 del Service Employees International Union, que representa a unos 30.000 asistentes de maestros, personal de apoyo de educación especial, conductores de autobús, trabajadores de cafeterías, vigilantes y otros trabajadores de apoyo.
Bajo una lluvia constante, los trabajadores se sumaron a los piquetes antes del amanecer y reclamaron mejores salarios y plantillas más numerosas. El distrito tiene más de 500.000 alumnos de Los Ángeles y toda o parte de otras 25 ciudades y zonas del condado.
El superintendente Alberto M. Carvalho acusó al sindicato de negarse a negociar y dijo que estaba dispuesto a reunirse con ellos a cualquier hora del día o de la noche. El lunes dijo que se había perdido una “oportunidad de oro” para hacer avances.
“Pienso que se pudo evitar esta huelga. Pero no se puede evitar si los individuos no se hablan unos a otros”, aseguró.
Local 99 dijo la noche del lunes que se encontraba en discusiones con reguladores estatales del trabajo debido a las acusaciones de que el distrito se involucró en comportamientos indebidos que han obstaculizado los derechos de los trabajadores de participar en actividades relacionadas con el sindicato.
“Queremos dejar en claro que no estamos en negociaciones con el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles”, dijo el sindicato en un comunicado. “Seguimos en el proceso de impasse con el estado”.
Dichas negociaciones no evitarán una huelga, añadió el comunicado.
Se esperaba que unas 150 de las más de 1.000 escuelas del distrito permanecieran abiertas durante la huelga con supervisión de adultos, pero sin clases, para que los estudiantes tuvieran un lugar a donde ir. También estaba previsto que abrieran docenas de bibliotecas y parques, así como algunos lugares donde los alumnos podrían recoger almuerzos, para aliviar la carga sobre los padres que trataban de encontrar cuidadores para sus hijos.