Tres semanas de protestas de maestros públicos en Bolivia
LA PAZ, Bolivia (AP) — Centenares de maestros de todo el país marcharon el lunes en La Paz en la tercera de semana de protestas en demanda de más profesores para las escuelas públicas y mayor presupuesto educativo y en rechazo a un nuevo plan de estudios en medio de crecientes manifestaciones contra el gobierno del presidente Luis Arce.
La columna de manifestantes partió de la vecina ciudad de El Alto y paralizó el tráfico en el centro de La Paz hasta el Ministerio de Educación, donde un contingente policial impidió la toma del edificio.
La policía debió emplear gas pimienta para repeler a los manifestantes. El dirigente Ludwing Salazar lamentó que el gobierno no haya atendido sus demandas y anticipó que las protestas seguirán hasta “lograr respuestas concretas”.
“Arrastramos un déficit de maestros desde hace muchos años, el nuevo currículo es improvisado”, sostuvo.
Su colega Teresa Lopez dijo a The Associated Press que están pidiendo mayor presupuesto para educación y que se “dé una pausa” a la implementación de la nueva currícula propuesta por el gobierno que, según los docentes, les recarga horas sin reconocimiento salarial.
A su vez, el ministro de Educación, Edgar Pary, aceptó convocar a un congreso educativo para analizar la situación del sector y dijo que hay contratación de nuevos maestros todos los años de acuerdo con las posibilidades económicas del Estado.
Pary dijo que en la tarde del lunes se reunirá con dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), la central sindical, para analizar las demandas de los maestros, cuyos dirigentes han dicho que la COB no los representa.
Según el Banco Mundial, Costa Rica, Brasil, Argentina, México y Colombia son los países que más invierten en educación, mientras Bolivia ha ido reduciendo su gasto en el área. En 2006 el gasto educativo era equivalente a 21% de todo el gasto estatal mientras que en 2021 cayó a 16,87%.
La educación es gratuita y obligatoria hasta el bachillerato, pero los maestros afirman que su calidad está por debajo de la de los países vecinos. Más de 140.000 maestros dependen del presupuesto público.