GBretaña podría enviar migrantes a Ruanda en próximos meses
KIGALI, Ruanda (AP) — El gobierno británico declaró el domingo que podría empezar a deportar a solicitantes de asilo a Ruanda en los próximos meses —pero sólo lo podrá hacer si los tribunales británicos consideran que la polémica iniciativa es legal.
El Departamento del Interior indicó que busca iniciar los vuelos “antes del verano” luego que la secretaria del Interior, Suella Braverman, visitó el país africano para ratificar el compromiso del gobierno conservador con el plan.
En la capital ruandesa, Kigali, Braverman se reunió con el presidente Paul Kagame y con el ministro del Exterior, Vincent Biruta, visitó alojamientos destinados para los potenciales deportados por Gran Bretaña y puso un ladrillo en otro centro de vivienda para migrantes. Se prevé que construyan más de 1.000 viviendas como parte del proyecto.
“Me ha agradado ver de primera mano las abundantes oportunidades que este país puede dar a las personas reubicadas en base a nuestro acuerdo”, declaró Braverman.
Biruta dijo que Ruanda le ofrecerá a los migrantes “la oportunidad de construir vidas nuevas en un lugar seguro con alojamiento, educación y formación”.
La portavoz del gobierno de Ruanda, Yolande Makolo, dijo a los periodistas que el país está listo para recibir a miles de inmigrantes del Reino Unido y subrayó que no considera que vivir en Ruanda sea “un castigo”. Añadió que Ruanda está decidida a hacer que el acuerdo sea un éxito.
El Reino Unido y Ruanda llegaron hace casi un año a un acuerdo por medio del cual algunos de los migrantes que lleguen a territorio británico en botes serán llevados a Ruanda, donde serán procesadas sus solicitudes de asilo. Los que reciban asilo podrán quedarse en Ruanda en vez de regresar a Gran Bretaña.
El gobierno del Reino Unido argumenta que la política acabará con el modelo de negocios de los grupos de tráfico de personas y disuadirá a los migrantes de emprender travesías arriesgadas a través del Canal de la Mancha.
Más de 45.000 personas llegaron a Gran Bretaña en botes en 2022, en comparación con los 8.500 en 2020.
Pero el plan de 140 millones de libras (170 millones de dólares) está envuelto en desafíos legales y aún nadie ha sido enviado a Ruanda. En diciembre, el Tribunal Superior dictaminó que la política era legal pero un grupo de solicitantes de asilo de países como Irán, Irak y Siria obtuvo permiso para apelar.
Los grupos de derechos humanos citan el pobre historial de derechos humanos de Ruanda y argumentan que es inhumano enviar a personas más de 6.400 kilómetros (4.000 millas) a un país en que no quieren vivir.
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Jill Lawless reportó desde Londres.