Bomberos ucranianos hacen su tarea bajo un doble riesgo
KOSTIANTYNIVKA, Ucrania (AP) — Un humo gris espeso se cuela por el techo cuando los bomberos llegan a la casa de ladrillo, una de las varias viviendas impactadas por los cañoneos rusos en una zona residencial de Kostiantynivka.
En los últimos días, la ciudad en la provincia Donetsk, en el este de Ucrania, ha estado bajo un cañoneo intenso en momentos en que Rusia presiona para capturar la cercana Bájmut, que las fuerzas ucranianas han mantenido bajo control desde una batalla que comenzó a mediados del año pasado.
Las autoridades ucranianas dicen que las fuerzas rusas atacan Kostiantynivka con bombas de dispersión y misiles. Pavlo Kyrylenko, gobernador de la provincia Donetsk, informó que una persona murió y al menos tres civiles resultaron heridos el sábado tras varias rondas de ataques rusos.
En un ataque a la ciudad el día previo, ocho personas resultaron lesionadas y más de una decena de casas quedaron destruidas o resultaron dañadas. Los ataques han abrumado a los bomberos locales, quienes toman grandes riesgos para apagar el fuego en inmuebles y autos, incluso mientras continúan los cañoneos.
Mientras los bomberos despliegan una manguera, el ambiente está cubierto de humo y hay un olor fuerte de explosivos quemados. Estallan ventanas en la casa de ladrillos y la rocían con agua desde el exterior.
No hay personas en el interior, pero un perro está atrapado en una jaula en el patio trasero. Un bombero abre la reja y el perro sale corriendo entre el humo y los escombros. El jefe de la unidad ordena a su equipo suspender lo que están haciendo. “Atención todos. ¡Redada aérea!”, grita.
Los bomberos se resguardan detrás de la casa. Se sientan en silencio mientras estallan exposiciones cerca del lugar. Uno enciende un cigarrillo.
No está claro si los estallidos son una nueva ola de ataques o explosiones secundarias causadas por los incendios en la zona. De cualquier forma, las explosiones se escuchan demasiado cerca y el líder del equipo les ordena regresar al camión.
Conforme se apresuran por una calle de tierra, otra fuerte explosión agita el vecindario y cubre con una nube de humo el cielo no lejos de la casa que acaban de dejar.
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El periodista de Associated Press Karl Ritter en Kiev contribuyó a este despacho.