Polvo y contaminación reducen calidad del aire en Beijing
BEIJING (AP) — Los rascacielos desaparecieron el viernes entre la bruma y la calidad del aire cayó bruscamente en la capital china, envuelta en una tormenta de polvo y contaminación alta.
Frente a una economía de crecimiento lento, China ha promovido la energía a carbón, lo que ha significado un revés para los intentos de reducir las emisiones que alteran el clima.
China es uno de los mayores inversionistas en energía solar y eólica, pero las autoridades nerviosas mandaron utilizar más carbón desde la brusca caída del crecimiento económico y la carestía provocada por apagones y cierres de fábricas. El ataque ruso a Ucrania aumentó el temor de trastornos al suministro de petróleo y carbón extranjeros.
Las concentraciones de las micropartículas PM2.5, capaces de penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, entraron en un rango peligroso en los sitios de monitoreo de calidad del aire. El sitio web IQAir mostró un índice de calidad del aire de 1.093, un nivel “peligroso”, muy por encima de los niveles considerados “insalubres”.
También afectaban a la capital las tormentas primaverales de polvo y arena arrastradas por el viento desde las colinas de loess a lo largo de los tramos superiores del río Amarillo hacia el oeste. Los trabajos contra la desertificación han ayudado a reducir tanto la frecuencia como la intensidad de las tormentas que tornaban al aire un rojo amarillento cataclísmico.
Beijing gozaba de una triste fama por la pésima calidad de su aire, pero las condiciones habían mejorado mucho en los últimos años a medida que las autoridades retiraron de circulación los vehículos más contaminantes y trasladaron las usinas a carbón y la industria pesada a las provincias circundantes.
La calidad del aire mejoró notablemente en los últimos años, cuando buena parte de la industria china quedó paralizada por las cuarentenas de la estricta norma del “cero COVID” china.