La niña, que agrava sequías y huracanes, ha terminado
WASHINGTON (AP) — Después de tres años crueles, el fenómeno climático La Niña, que alarga la temporada de huracanes del Atlántico y agrava las sequías en el oeste de Estados Unidos, ha terminado, dijo la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA por sus siglas en inglés) el jueves.
En general, es una buena noticia para Estados Unidos y otras partes del mundo, incluido el noreste de África arrasado por las sequías, según los científicos.
El globo se encuentra en lo que se llama una situación “neutra” y probablemente avanza hacia un El Niño hacia agosto o setiembre, dijo la climatóloga Michelle L’Heureux, jefa de la oficina de pronósticos El Niño/La Niña de NOAA.
“Se acabó”, dijo el investigador Azhar Ehsan, jefe de la oficina El Niño/La Niña de la Universidad de Columbia. "La Madre Naturaleza decidió acabar con este porque ya basta".
La Niña es un enfriamiento natural y temporario de partes del océano Pacífico que altera el clima en todo el mundo. En Estados Unidos, debido a su relación con tormentas en el Atlántico y sequías e incendios forestales en el oeste, Las Niñas suelen ser más dañinas que su famosa contraparte El Niño, según expertos y diversos estudios.
En general, La Niña es más dañina para la agricultura estadounidense que el El Niño. Este último significa más lluvias para la región cerealera del centro-norte de Estados Unidos, lo que puede resultar beneficioso, dijo Michael Ferrari, jefe científico de Climate Alpha, que asesora a los inversores sobre decisiones financieras basadas en el clima.
Con La Niña vienen más tormentas durante la temporada de huracanes del Atlántico porque elimina las condiciones que suprimen la formación de tormentas. En condiciones neutras o de El Niño, la generación de tormentas es más difícil pero no imposible.
En los últimos tres años, Estados Unidos ha sufrido 14 huracanes y tormentas tropicales que han causado daños por valor de más de 1.000 millones de dólares y costos de 252.000 millones de dólares, según el economista y meteorólogo de NOAA Adam Smith.