Tras mundial, Argentina tiene los ojos puestos en los Oscar
BUENOS AIRES (AP) — Menos de tres meses después de que Argentina ganara su tercer trofeo de la Copa Mundial de fútbol en Qatar, existe un entusiasmo creciente sobre la posibilidad de que el país pueda llevarse a casa otro galardón importante: un Premio de la Academia.
Una victoria en la ceremonia del domingo para “Argentina, 1985″ sería el tercer triunfo del país en los Oscar, un poco de simetría para el país que sigue extasiado por su campeonato mundial de fútbol.
“Argentina, 1985” cuenta la historia de los fiscales que llevaron a juicio a los líderes de la sangrienta dictadura militar argentina de 1976-1983 y compite por la mejor película internacional. Ha sido un éxito de taquilla y un importante recordatorio de cómo el país lidió con los crímenes de una dictadura que cobró decenas de miles de vidas. Y su paso por el circuito de premios una vez más ha atraído una atención positiva a Argentina.
“Después del campeonato del mundo, esto es una gran alegría”, dijo el astro y productor de la película Ricardo Darín en español en los Globos de Oro de enero, donde el filme ganó el premio de mejor película hablada en lengua no inglesa.
Darín interpreta a Julio César Strassera, el principal fiscal que trató de llevar a los jerarcas de la dictadura ante la justicia. En una entrevista reciente, Darín señaló que, aunque estaba bromeando en los Globos de Oro, reconoce que los argentinos sintieron “muchísima alegría” cuando la película fue nominada al Oscar.
“Como estamos todavía con la dinámica mundialista y la necesidad de festejar, creo que eso acrecienta un poco más todavía la euforia del festejo”, dijo.
Uno de los que se han sumado a la euforia es el superastro argentino del fútbol Lionel Messi, capitán de la selección de fútbol argentina que conquistó la Copa del Mundo y quien calificó a “Argentina, 1985” como una “gran película” en una publicación en redes sociales el mes pasado antes de agregar: “¡Vamos por el tercero!”.
El director Santiago Mitre dijo que a pesar de que los Oscar y el mundial no están relacionados, ambos eventos han tenido éxito para unir a una sociedad polarizada.
“Hay un deseo de reconciliarnos”, dijo Mitre en una entrevista en su casa en la capital argentina. “De reconciliar ante esta grieta forzada que se viene haciendo desde hace tantos años desde la política y desde los medios de comunicación”.
También hay hambre de buenas noticias en un país con una escena política amargamente dividida. El país se ha estancado económicamente durante años, casi cuatro de cada 10 argentinos viven en la pobreza y con una tasa de inflación anual cercana al 100%.
Pero en el caso de “Argentina, 1985” estas dificultades no impidieron que la gente hiciera fila afuera de los cines para ver el filme durante su estreno. Ahora está disponible en Prime Video y se enfrenta a la dura competencia de otro lanzamiento de transmisión internacional, “Im Westen nichts Neues” (“Sin novedad en el frente”) de Netflix. La película alemana es considerada la favorita en la categoría, que también incluye a “Eo” de Polonia, “Close” de Bélgica y “An Cailín Ciúin” (“The Quiet Girl”) de Irlanda.
En los Premios de la Academia, otros dos filmes argentinos que abordan las marcas que dejó la violencia militar en el país han ganado el Oscar: “La historia oficial” (1986) y “El secreto de sus ojos” (2010), la segunda igualmente protagonizada por Darín.
La última dictadura militar de Argentina es ampliamente considerada como la más mortífera de los gobiernos militares que asolaron gran parte de América Latina en las décadas de 1970 y 1980. Las organizaciones de derechos humanos dicen que unas 30.000 personas fueron detenidas ilegalmente y desaparecieron sin dejar rastro.
La forma en que Argentina llevó a juicio a sus dictadores tan poco tiempo después del regreso de la democracia en 1983, convierte al país en un caso atípico, entre varios otros que también hicieron la transición a un gobierno democrático durante el período.
Casi 800 testigos declararon durante los cuatro meses de audiencias. Algunas de sus palabras se usan textualmente en la película para dejar al descubierto los horrores de la dictadura.
Para muchos, el filme marcó la primera vez que escucharon algunos de los impactantes testimonios, incluido el de Adriana Calvo, quien detalló cómo fue detenida ilegalmente cuando tenía siete meses de embarazo y obligada a dar a luz mientras estaba esposada en el asiento trasero de una patrulla.
“Me produce mucha tristeza cuando veo un pibe de 17 años que relativiza o que compara momentos democráticos del país … con momentos de dictadura”, dijo Mitre. “¿Y eso qué te dice? Que no saben o que se olvidaron lo que pasó en la dictadura y cuán cruel fue la dictadura y cuán difícil fue construir la democracia para la sociedad”.
El juicio terminó con condenas de por vida para dos figuras clave de la dictadura, otros tres fueron sentenciados a años de prisión y cuatro fueron absueltos. Posteriormente, las leyes de amnistía anularon las condenas y pusieron en pausa la justicia por la mayoría de los crímenes de la dictadura, hasta que la Corte Suprema los declaró inconstitucionales en 2005.
Las generaciones más jóvenes que cuestionan la importancia de la democracia se extienden más allá de Argentina y América Latina, señaló Luis Moreno Ocampo, el fiscal asistente en el juicio de 1985, quien es interpretado en la película por Peter Lanzani.
Uno de los casos más recientes, dijo Moreno Ocampo, fue el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, por parte de partidarios del entonces presidente Donald Trump y, más recientemente, el asalto al Congreso de Brasil, el 8 de enero de 2023, por parte de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro.
“Eso muestra la importancia de hacer la película ahora, en el momento que esta nueva generación cree que la democracia es normal y ve sus defectos”, dijo Moreno Ocampo, quien se convirtió en el primer fiscal de la Corte Penal Internacional por casi una década y ahora vive en Malibú, California. “La película muestra que la alternativa a la democracia es la dictadura”.
Una de las escenas fundamentales del filme involucra a la madre de Moreno Ocampo, una simpatizante de la dictadura que provenía de una familia de militares y se mostró profundamente escéptica sobre el juicio de 1985 hasta que escucha el testimonio de Calvo y cambia de opinión. Para el exfiscal, ese también es un mensaje clave para el presente.
“Vivimos en un mundo en echo chambers (cámaras de eco) no hablamos con los que piensan diferente que nosotros. Me parece que tenemos que entender qué pasó el 8 de enero a Brasil, que le paso a la gente que fue el 6 de enero al Capitolio. ¿Por qué esa gente hace lo que hace?”, señaló Moreno Ocampo. “Entender a los que piensan distinto que nosotros es la única forma de vivir en democracia. Democracia no es vivir con los amigos”.