China buscará que consumidores impulsen su repunte económico

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China buscará que consumidores impulsen su repunte económico
Una mujer con mascarilla se refleja en el ventanal de una tienda que vende trajes tradicionales chinos el miércoles 1 de marzo de 2023 en una calle comercial turística en Beijing. La agenda del presidente chino Xi Jinping para la reunión anual del órgano legislativo ceremonial: Reactivar la maltrecha economía animando a los consumidores a gastar ahora que han finalizado los severos controles antivirus. (AP Foto/Andy Wong)

BEIJING (AP) — La agenda del presidente chino Xi Jinping para la reunión anual del máximo órgano legislativo del país consiste básicamente en dos puntos: Reactivar la maltrecha economía animando a los consumidores a gastar ahora que han finalizado los severos controles antivirus e instalar un gobierno de funcionarios leales para intensificar el control del Partido Comunista sobre la economía y la sociedad.

Xi, la figura más poderosa de China en décadas, no tiene un papel oficial en la ceremonial Asamblea Popular Nacional (APN), que comenzará su reunión el domingo. Sin embargo, Xi está presente en todos los actos: a sus 69 años, Xi se adjudicó en octubre un tercer mandato de cinco años como secretario general del partido, lo que posiblemente lo convierta en líder vitalicio.

La reunión de dos semanas de los 2.977 miembros de la APN es el evento político de mayor perfil del año, pero su trabajo legislativo se limita a respaldar las decisiones del partido gobernante. Su función más importante es proporcionar una plataforma para difundir los planes gubernamentales y dar a los miembros las instrucciones que llevarán a sus ciudades y provincias.

Xi y otros líderes ha dicho que su prioridad será asegurar a los consumidores y empresarios que es hora de gastar e invertir después de que en diciembre se cancelaron las últimas restricciones que mantuvieron a millones de personas en casa, cerraron temporalmente Shanghái y otros centros industriales y eliminaron puestos de trabajo.

La economía enfrenta desafíos que van desde la débil demanda mundial de exportaciones chinas y los persistentes aumentos de los aranceles estadounidenses en una disputa por la tecnología y la seguridad que pasa por restricciones de acceso a los microchips de fabricación occidental debido a preocupaciones de seguridad. En casa, la fuerza laboral se ha estado reduciendo desde hace más de una década, presionando a una economía que todavía depende de una industria dependiente de una intensiva mano de obra.

El crecimiento económico de China cayó al 3% en 2022, el segundo nivel más bajo desde al menos la década de 1970.

El partido gobernante necesita “liberar por completo el potencial de consumo”, sostuvo Xi durante la reunión de planificación anual del partido, según un texto publicado el 16 de febrero.

Xi no ofreció detalles, pero precisó que Beijing debería alentar el gasto en autos eléctricos, la atención médica en general y a los ancianos, mejoras para el hogar, cultura y deportes. Advirtió en la reunión de diciembre que el trabajo “será complicado”.

Un repunte liderado por el gasto del consumidor podría llevar más tiempo que el estímulo al gasto o desencadenar un auge en la inversión inmobiliaria, pero las autoridades chinas están tratando de evitar opciones que hagan subir la deuda, la cual ya les preocupa que sea peligrosamente alta.

Los pronosticadores esperan que el principal funcionario económico chino, el primer ministro Li Keqiang, anuncie un objetivo de crecimiento del 5% al 5,5% en su discurso el domingo sobre los planes anuales. Li, un defensor de la libre empresa, será reemplazado como primer ministro durante el congreso luego de que en octubre fue hecho a un lado como el segundo líder del partido.

El Fondo Monetario Internacional y algunos pronosticadores del sector privado esperan un crecimiento anual mucho más débil, tan bajo como un 4.4%.

“Llevará tiempo decir si la economía se recuperará”, manifiesta Song Huimin, propietario de un supermercado en la ciudad nororiental de Jinzhou. Admite que las ventas han sido mejores que hace seis meses, pero aclara que no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19.

“La gente quiere comprar, pero aún no tiene suficientes ingresos”, añade Song. “Algunas personas todavía están sin empleo”.

El expropietario de una fábrica de ropa en la ciudad oriental de Changzhou afirma que debió cerrar el año pasado, dejando sin trabajo a 20 personas. Consiguió un trabajo en otra empresa de ropa. Cualquier dinero extra se destina a pagar la educación de su hija de 14 años.

“No tengo casa ni auto y no tengo planes de viajar”, señala el hombre, quien sólo se identificó por su apellido, Wu.

Desde que asumió el poder en 2012, Xi ha pedido al partido gobernante que regrese a su “misión original” como líder económico, social y cultural de China y lleve a cabo el “rejuvenecimiento de la gran nación china”.

Los empresarios que generan los nuevos empleos y la riqueza de China se han visto sacudidos por controles políticos más estrictos y las restricciones antivirus. Los grupos empresariales lamentan que muchas empresas globales salieron de China el año pasado para cambiar sus inversiones a India, Vietnam y otros países, porque las restricciones de viajes de China impidieron que los ejecutivos visitaran el país.

El partido ha indicado que está dando marcha atrás a las medidas enérgicas contra los monopolios así como la campaña de seguridad de datos contra las empresas de tecnología, que borraron cientos de miles de millones de dólares del valor bursátil de Alibaba, Tencent y otros líderes de la industria. Sin embargo, no da señales de dar marcha atrás en una campaña para reforzar el control político sobre ellos.

La industria se vio sacudida nuevamente a mediados de febrero cuando Bao Fan, un banquero importante involucrado en algunos de los acuerdos tecnológicos más grandes, simplemente desapareció de la vista pública. Su compañía anunció que Bao estaba “cooperando en una investigación”, pero no dio detalles.

Todavía se espera que las empresas “prioricen las instrucciones del partido”, advierte en un informe Neil Thomas, de Eurasia Group. Cree que las medidas que se anuncien durante la APN podrían darle al partido gobernante “una supervisión más directa sobre la formulación de políticas” en tecnología e innovación.

Al final del congreso se anunciará un gobierno nuevo, en un cambio de cada década que le dará a Xi la oportunidad de instalar a partidarios suyos en cargos como los de primer ministro, ministro de Finanzas y gobernador del banco central.

Xi ha ascendido a funcionarios con los que él ha tenido una relación personal, desafiando la tradición del partido que requería que los candidatos al liderazgo hayan servido como ministros de gabinete o en otros puestos a nivel nacional.

El funcionario en línea para suceder a Li como primer ministro y jefe de gobierno es Li Qiang, un exsecretario del partido en Shanghái que no tiene experiencia en el gobierno a nivel nacional. Li Qiang fue nombrado en octubre como el segundo líder más importante del partido.

Li Qiang “hará lo que sea necesario para garantizar que Xi no tenga motivos para dudar de su lealtad”, sostiene Thomas.

El candidato que se espera que suceda al viceprimer ministro Liu He, un economista formado en Estados Unidos y responsable de finanzas y banca, es He Lifeng. Él es presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma —la agencia de planificación del gabinete—, pero no tiene experiencia en finanzas. Se espera que Ding Xuexiang, que ha actuado como jefe de gabinete de Xi, se convierta en viceprimer ministro ejecutivo a pesar de no tener experiencia en altos cargos gubernamentales.

Se prevé que el gobierno anuncie otro aumento en el gasto militar, el segundo más alto después de Estados Unidos. El Instituto Internacional de Investigación para la Paz, con sede en Estocolmo, dice que formará parte de la serie de aumentos más larga del mundo, con 29 años.

El plan económico de Beijing tiene implicaciones que van más allá de los negocios y el comercio, según Harley Seyedin, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en el Sur de China.

Washington y Beijing compiten por demostrar “qué modelo de gobernanza puede resolver mejor los problemas mundiales”, expresó Seyedin en un informe en febrero. “Su desempeño impulsará las percepciones del poder”.

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El periodista de investigación de The Associated Press Yu Bing contribuyó para este reportaje.

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