Reabren escuelas en el noroeste de Siria luego de sismo
IDLIB, Siria (AP) — Reabrieron las escuelas en el noroeste de Siria el sábado, luego de permanecer cerradas durante casi tres semanas debido al sismo que asoló esta región en poder de los rebeldes, informaron las autoridades locales. Muchos niños permanecen en estado de shock.
Muchas escuelas sirvieron de refugios temporarios después del terremoto de magnitud 7,8 que remeció zonas vecinas de Turquía y Siria el 6 de febrero y causó decenas de miles de muertes.
Cientos de miles de personas desplazadas por la guerra civil siria quedaron sin techo. Debido al conflicto que ya lleva 12 años, la zona en poder rebelde ha tenido dificultades para recibir la ayuda humanitaria que necesita con urgencia.
Muchos alumnos no pudieron asistir a clase el sábado porque el sismo dañó sus viviendas y sus familias se han ido a vivir lejos de las escuelas, dijo Abdulkafi Al-Hamdou, un vecino cronista de la región.
“Algunos estudiantes temían estar dentro del edificio y se sobresaltaban cada vez que escuchaban un ruido como el de un escritorio al ser arrastrado”, dijo Al-Hamdou por teléfono mientras visitaba una escuela. “Muchos estudiantes padecen miedo y ansiedad. Todavía están en shock”.
Un funcionario del departamento de Educación de la región, Ziad al-Omar, dijo que 39 maestros y 421 estudiantes murieron a causa del terremoto. Agregó que unas 250 escuelas sufrieron daños, incluidas 203 que quedaron parcialmente destruidas y 46 que tenían grietas en las paredes, aunque las estructuras aún estaban en pie.
En los últimos días se ha pedido a la gente desplazada que abandone las escuelas y mucha fue a vivir en carpas, pero los precios de las carpas se han ido por las nubes debido a la escasez y se venden a 200 dólares, cuatro veces el precio de antes del terremoto. Una carpa sólida con parantes metálicos puede costar hasta 400 dólares en una región donde más del 90% de la población vive en la pobreza y depende de las donaciones de alimentos y medicinas.
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La periodista de The Associated Press Sarah El Deeb en Beirut contribuyó para este despacho