El ataque terrestre lleva a los Eagles hasta el Super Bowl
PHOENIX (AP) — Basándose exclusivamente en el nombre, se podría pensar que los Eagles son un equipo netamente aéreo. Pero más que un águila, Filadelfia es un correcaminos.
Con un trío de corredores más que capaz, uno de los mejores quarterbacks en el acarreo de balones y una línea ofensiva dominante, los Eagles dejaron de lado la predilección por la ofensiva aérea que se ha apoderado del resto de la liga en los últimos años para depender más del juego terrestre y castigar físicamente a sus oponentes.
“Es como una pelea de box”, dijo el entrenador de running backs Jemal Singleton. “Esperamos conectar suficientes golpes al cuerpo en el primer y segundo cuarto para que cuando lleguen el tercero y el cuarto, todos esos golpes se sientan más fuerte y comiencen a diezmar un poco a tu oponente. Eso es parte de lo que intentamos hacer, mantenernos rudos durante todo el partido”.
Pocos equipos han podido hacer eso a un nivel tan alto como los Eagles, que acarrean el balón en la mitad de sus jugadas ofensivas y promediaron 153,9 yardas terrestres por encuentros, playoffs incluidos — lo que sería la cifra más elevada para un campeón del Super Bowl desde los Broncos de Denver de 1998. Los 39 touchdowns por tierra de Filadelfia son la mayor cantidad en una temporada en la historia.
Los Eagles tienen una amplia gama de opciones para echar a andar el ataque terrestre, encabezadas por Miles Sanders, quien impuso una marca personal de 1.269 yardas y 11 touchdowns en su último año de temporada.
“Este fue uno de esos años en el que quería que todo el mundo me tomara en cuenta”, dijo Sanders. “Así que me dí a la tarea de controlar lo que está en mis manos y salir a jugar cada partido, cada vez que tocara el balón y hacer que todos los demás pagaran por ello”.
Lo ha conseguido, y ha recibido mucha ayuda de Boston Scott y Kenneth Gainwell, así como del quarterback Jalen Hurts. Gainwell encabeza al equipo con 160 yardas terrestres esta postemporada, mientras que Scott suma dos touchdowns por tierra.
“Es una muy buena situación porque hemos podido hacer prácticamente lo que hemos querido”, dijo Scott. “Podemos hacer cualquier cosa que se nos pida, bloquear en situaciones de pase, salir a trayectoria, correr por dentro de los tackles, acelerar por fuera. En realidad no existe una situación en que la defensa diga, ‘de acuerdo, ya entró este tipo, y va a hacer esto’. Eso nos ayuda a ser impredecibles”.