Costa Rica: Iglesia Católica logra acuerdo víctimas de abuso
SAN JOSÉ (AP) — La Iglesia Católica de Costa Rica logró un acuerdo con cuatro víctimas de abuso sexual del ahora exsacerdote Mauricio Víquez, para que se anule la condena dictada por el encubrimiento de este delito contra la Conferencia Episcopal en el país y contra un arzobispo.
Al exsacerdote Víquez, quien llegó a ser el vocero de la Iglesia en temas de familia, se le condenó a 20 años de prisión luego de que un tribunal acreditara en marzo de 2022 que había abusado sexualmente de un niño de 11 años cuando estaba a cargo de una parroquia en la localidad de Desamparados, al sur de San José.
Cinco meses después de la condena al religioso, en agosto, la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, fueron condenados por el encubrimiento de los abusos de Víquez contra personas menores de edad. Los tribunales establecieron una indemnización de 65 millones de colones (aproximadamente 100.000 dólares al momento de la condena) para las víctimas.
La sentencia contra el arzobispo de San José le impidió en 2019 asistir a una reunión convocada por el Papa Francisco sobre abusos sexuales en la Iglesia Católica.
“Con el fin de concluir estos procesos, se ha llegado a un acuerdo tomando en cuenta las posibilidades procesales que da la Ley y que es satisfactorio a todas las partes", dijo el vocero de la Iglesia Católica, Jason Granados. "El contenido de este acuerdo está sujeto a una cláusula de confidencialidad por lo que no se darán declaraciones al respecto”, zanjó.
El abogado de las víctimas, Rodolfo Alvarado, confirmó el acuerdo y recordó que la condena estaba hasta ahora en fase de apelación por parte de la Iglesia. Con el acuerdo, la Iglesia Católica y el arzobispo Quirós aceptan indemnizar a las víctimas -en una cantidad que no se ha dado a conocer- y, con ello, finalizan las diligencias judiciales civiles en cuatro demandas que habían iniciado las víctimas para reclamar indemnizaciones.
El caso de los abusos de Mauricio Víquez fue conocido en 2018, momento en el que el religioso señalado huyó hacia México. Se dictó contra él una orden de captura internacional, al tiempo en que la Iglesia le retiró su condición de sacerdote.
Tras ser localizado y detenido en México, fue extraditado a Costa Rica donde recibió la condena de 20 años de cárcel por violación a menores de edad.
Este caso tomó relevancia en Costa Rica en tanto que motivó una reforma de ley que amplió a 25 años el periodo de prescripción en los casos de abuso sexual contra menores de edad.