Gobierno talibán afgano prohíbe a las ONG emplear mujeres
KABUL (AP) — El gobierno talibán de Afganistán le prohibió el sábado a todas las ONG nacionales e internacionales que contraten mujeres, aduciendo que algunas de ellas no visten correctamente el velo islámico. En una medida por separado, también prohibió que las mujeres asistan a clases de religión en las mezquitas de la capital, Kabul.
Las prohibiciones son las medidas restrictivas más recientes de los nuevos gobernantes afganos contra los derechos y las libertades de las mujeres. Se producen pocos días después que los talibanes prohibieran a las mujeres asistir a las universidades de todo el país.
Desde entonces, grupos de mujeres afganas han protestado en varias ciudades importantes del país, una inusual muestra de descontento popular desde que el Talibán tomó el poder el año pasado. La decisión causó revuelo dentro y fuera del país.
La orden contra las ONGs vino en una carta del ministro de Economía, Qari Din Mohammed Hanif, según la cual toda organización que incumpla la normativa perderá su licencia para operar en Afganistán. El portavoz del ministerio, Abdul Rahman Habib, confirmó el contenido de la carta a The Associated Press.
El Ministerio aseguró que había recibido “quejas graves” de que mujeres empleadas por las ONGs no estaban vistiendo “correctamente” el velo, llamado hiyab. No quedaba claro si la orden abarca a todas las mujeres o sólo a las afganas que trabajan en las ONGs.
No hubo más detalles disponibles de momento, en medio de preocupaciones de que la orden más reciente de los talibanes pueda ser un trampolín hacia una prohibición general de que las mujeres afganas abandonen sus hogares.
“Es un anuncio desgarrador”, expresó Maliha Niazai, instructora experta en una ONG que enseña a los jóvenes sobre temas como la violencia de género. “¿No somos seres humanos? ¿Por qué nos tratan con esta crueldad?”.
La joven de 25 años, que trabaja en Y-Peer Afganistán y vive en Kabul, dijo que su trabajo era importante porque estaba sirviendo a su país y porque es la única persona que da sustento a su familia.
“¿Las autoridades nos apoyarán después de este anuncio? Si no, ¿por qué nos arrebatan la comida de la boca?”, se preguntó.
Otra mujer que trabaja en una ONG, una joven de 24 años de Jalalabad, dijo que fue “el peor momento de mi vida”.
“El trabajo me da más que una... vida, es una representación de todos los esfuerzos que he hecho”, dijo la mujer que trabaja en el Consejo Noruego de Refugiados, negándose a dar su nombre por temor a que sufra represalias contra su seguridad.
Naciones Unidas condenó la orden a las ONGs y dijo que buscará reunirse con los líderes talibanes para obtener algo de claridad.
“Quitar el libre albedrío de las mujeres para elegir su propio destino, desempoderarlas y excluirlas sistemáticamente de todos los aspectos de la vida pública y política hace retroceder al país, poniendo en peligro los esfuerzos por cualquier paz o estabilidad significativa en la nación”, consideró la ONU en un comunicado.
Horas antes el sábado, las fuerzas de seguridad talibanas en la ciudad occidental de Herat usaron cañones de agua para dispersar a un grupo de mujeres que protestaban contra la prohibición de ir a la universidad, relataron testigos.
Según testigos en Herat, una veintena de mujeres marcharon hacia la vivienda del gobernador provincial el sábado coreando “La educación es nuestro derecho”, cuando las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua para dispersarlas.