Gobierno británico dice que no cederá ante huelguistas
LONDRES (AP) — El gobierno británico dijo el martes que no ofrecerá mayores aumentos de salarios al personal de enfermería y ambulancias para poner fin a las huelgas que elevan la presión sobre un sistema de salud ya sobrecargado.
El gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak sufre presiones para que incremente su oferta salarial al personal de la salud, que pide grandes aumentos para enfrentar la inflación más alta de las últimas décadas, del 10,7% en noviembre.
Miles de trabajadores de enfermería pararon el martes, en su segunda huelga de 24 horas este mes. Conductores de ambulancias, paramédicos y despachantes se disponen a parar el miércoles y nuevamente el 28 de diciembre.
Se suman al personal ferroviario, funcionarios de pasaportes y trabajadores postales en la mayor ola de huelgas en el Reino Unido en las últimas décadas, en respuesta a una crisis provocada por los aumentos desenfrenados de los precios de alimentos y la energía, consecuencia de la pandemia de COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania.
Pat Cullen, la dirigente del sindicato de enfermería, exhortó a Sunak a “intervenir ahora y hacer lo correcto en bien de cada paciente y de cada persona de este país” en las negociaciones salariales. El sindicato ha pedido un aumento del 5% por encima de la inflación, pero dice que está dispuesto a aceptar algo menos.
El sindicato ha dicho que volverá a parar en enero si no hay acuerdo. El personal ha acordado ocupar sus puestos en los servicios cruciales como cuidados intensivos y cáncer, pero se han cancelado miles de operaciones y tratamientos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. En Escocia no hay paro del personal de enfermería.
El gobierno dice que no puede intervenir directamente en las negociaciones salariales entre los sindicatos y empleadores, pero Sunak dijo al diario Daily Mail que los grandes aumentos en el sector público elevarían la inflación, lo cual “empobrecería a la gente en el largo plazo”.
El gobierno dice que utilizará a 1.200 efectivos del ejército para sustituir a los conductores de ambulancia en huelga y al personal de frontera, que ha anunciado un paro para los próximos días.