Ucrania está urgida de donaciones, unas más que otras
KIEV, Ucrania (AP) — Cuando las fuerzas rusas iniciaron una campaña militar contra la infraestructura en Ucrania hace casi dos meses, abrieron un frente que llevó la guerra hasta los hogares, las escuelas, las oficinas y las iglesias: a través de las líneas eléctricas, las tuberías de agua y los sistemas de calefacción.
El gobierno en Kiev y los países occidentales que lo han respaldado con miles de millones de dólares en ayuda militar ahora están luchando junto con las Naciones Unidas y organizaciones de ayuda para conseguir mantas, material aislante, generadores, suministros médicos, dinero en efectivo y otros artículos de primera necesidad para el país invadido a medida que se acerca el invierno.
Millones de ucranianos carecen de acceso regular a calefacción, electricidad y agua a temperaturas bajo cero, declaró el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU Martin Griffiths, responsable de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Algunos ni siquiera tienen acceso irregular, añadió.
“Hoy en Ucrania, la capacidad de supervivencia de los civiles está bajo ataque”, declaró Griffiths.
A pesar de una respuesta rápida y un alto compromiso de los donantes al llamado de la ONU para conseguir ayuda, las necesidades de los ucranianos están cambiando rápidamente y van en aumento. Mucho se ha hablado de la necesidad de generadores diésel cuyos motores crean electricidad provisional para torres de telefonía celular, restaurantes y especialmente hospitales, que son la máxima prioridad del gobierno ucraniano.
El hecho de que la electricidad sólo llegue de forma esporádica tiene un impacto generalizado. Priva a las personas del uso de calefactores eléctricos, de luz en las noches y de la energía para los millones de dispositivos electrónicos y computadoras en un país altamente digitalizado y, por lo tanto, de muchos medios de subsistencia.
Los ataques rusos inhabilitan la llegada del gas, inutilizando hornos y estufas. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, aconsejó a los residentes de la capital que consideren mudarse temporalmente a zonas rurales, donde abundan más ciertos elementos básicos como la leña para calentarse y cocinar.
En las ciudades más afectadas, algunos residentes desesperados recogen agua sucia de los charcos en la calle mientras la red de suministro público está desactivada temporalmente.
El portavoz de la operación en Ucrania de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA, por sus siglas en inglés), Saviano Abreu, dijo que pudo reunir cientos de generadores desde junio, consciente de los duros inviernos del país.
“Sabíamos que tendríamos problemas con la calefacción, el agua y la electricidad, pero no a esta escala”, afirmó Abreu. Señaló que los problemas de la cadena de suministro planteaban obstáculos para asegurar más equipos.
“En los países vecinos de Ucrania, ya no están disponibles, por lo que lo traemos desde mucho más lejos en este momento”, agregó.
La UNOCHA anunció la semana pasada que implementaría en Ucrania su “programa de asistencia en efectivo más grande de la historia”, por un total de 1.700 millones de dólares para 6,3 millones de personas. Aseguró que la experiencia en otros países ha demostrado que distribuir dinero directamente a las personas para que compren alimentos, ropa y otros artículos básicos es una estrategia efectiva.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está adoptando un enfoque diferente y a más largo plazo. Está tratando de satisfacer las solicitudes del gobierno ucraniano de equipos grandes como transformadores de potencia, subestaciones transformadoras, interruptores de alta frecuencia, entradas de alta tensión, descargadores de sobretensión, turbinas industriales de gas y otros bienes para ayudar a restaurar la red eléctrica y los sistemas de energía.
“Junto con el Banco Mundial, (estamos) haciendo una evaluación en Ucrania de todos los daños y necesidades que han resultado de este ataque a la infraestructura energética”, explicó Jaco Cilliers, representante residente interino del programa en Ucrania. “Estamos en el proceso de armar todo eso, lo que obviamente incluye el equipo a mayor escala que se necesitaría para la restauración”.
“Es un trabajo en progreso”, añadió.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció la semana pasada una asistencia bilateral de 53 millones de dólares para ayudar a Ucrania a adquirir “equipos críticos para la red eléctrica”, además de otros 55 millones de dólares para apoyar al sector energético de emergencia, como para los generadores.
La Unión Europea anunció el mes pasado que había puesto a disposición 523 millones de euros (unos 550 millones de dólares) de ayuda humanitaria para Ucrania, y Estados Unidos prometió 1.200 millones de dólares tras una solicitud de la agencia de coordinación humanitaria de la ONU.
“Los gobiernos de la UE deben asegurarse ahora de que la ayuda anunciada llegue a Ucrania lo más rápido posible, sin los muchos meses de retraso de paquetes anteriores”, afirmó Christoph Trebesch, quien dirige un equipo de apoyo a Ucrania del Instituto Kiel para el Economía Mundial en Alemania.
Un portavoz de la comisión ejecutiva de la UE escribió en un correo electrónico que ya se ha asignado más de una cuarta parte de los fondos que el bloque puso a disposición para ayuda humanitaria, principalmente para la llamada “respuesta de refugio para el invierno”.
El Mecanismo de Protección Civil de la UE también ha enviado camiones de bomberos, ambulancias, equipos de remoción de minas, suministros de alimentos, hospitales móviles, excavadoras y puentes Bailey, que son puentes portátiles prefabricados.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, lanzó una campaña para obtener donaciones privadas, llamada United24. La lista de deseos de United24 incluye ambulancias, máquinas para anestesia y más de 7.800 “fijadores externos modulares”, que son dispositivos médicos para ayudar a que los huesos rotos sanen adecuadamente.
Hay donantes grandes y pequeños. La ciudad alemana de Dortmund acaba de enviar un tercer lote de apoyo a la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, que incluyó furgonetas, camiones y otros vehículos. Hay un camión que viaja desde la pequeña ciudad británica de Hertford para hacer entregas cada dos meses, repleto de suministros médicos, alimentos y, ahora, regalos de Navidad para los niños ucranianos.
Y a pesar de las colosales necesidades de Ucrania, hay veces que hay demasiada ayuda, especialmente de ropa. El Help Ukraine Center (Centro de Ayuda a Ucrania), un grupo de voluntarios que trae donaciones desde su almacén principal en la vecina Polonia, escribió a los donantes: “NO MÁS ROPA, POR FAVOR”. El centro está cambiando su enfoque a otros productos, como artículos médicos, alimentos y productos de higiene.
Erik Heinonen, que trabaja en Ucrania para la organización benéfica Catholic Relief Services (Servicios católicos de ayuda), dijo que artículos pequeños como una estufa de propano pueden tener un gran impacto.
“Si eres una madre con niños pequeños, te preocupa cómo calentar la comida”, explicó. “‘Sería genial darles un baño a mis hijos’... entonces, es como lo más básico para pasar el día”.