Declaran culpable a fundador de Oath Keepers por 6 de enero
WASHINGTON (AP) — El fundador del grupo Oath Keepers, Stewart Rhodes, fue declarado culpable el martes de conspiración sediciosa en relación con el violento plan para revertir el triunfo electoral del demócrata Joe Biden, lo que significa un importante triunfo para el Departamento de Justicia en los procesos judiciales sobre la insurrección del 6 de enero de 2021.
Un jurado de Washington D.C. declaró a Rhodes culpable de sedición después de tres días de deliberaciones en el juicio que expuso los esfuerzos del grupo ultraderechista para mantener al republicano Donald Trump en la Casa Blanca a cualquier costo. Rhodes fue absuelto de otros dos cargos de conspiración.
Utilizando decenas de mensajes encriptados, grabaciones y videos de las cámaras de vigilancia, los fiscales expusieron su argumento de que Rhodes comenzó a preparar una rebelión armada para detener la transferencia de poderes presidenciales poco después de que se llevaran a cabo los comicios de 2020.
A lo largo de siete semanas de testimonios, los jurados escucharon cómo fue que Rhodes movilizó a sus simpatizantes para pelear en defensa de Trump, discutió la posibilidad de una “sangrienta” guerra civil, y advirtió que los Oath Keepers tal vez tendrían que “levantarse en armas” para derrotar a Biden si Trump no tomaba medidas.
Rhodes y otro acusado que también fue declarado culpable de sedición son las primeras personas en casi 30 años en ser declaradas culpables en un juicio del inusual cargo que se remonta a la Guerra Civil. El juicio fue la mayor prueba hasta el momento para el Departamento de Justicia en sus intentos por exigir cuentas a los responsables del ataque que estremeció las bases de la democracia estadounidense.
El cargo de conspiración para cometer sedición conlleva una sentencia de hasta 20 años de cárcel.
Además de Rhodes, originario de Granbury, Texas, también enfrentaron juicio: Kelly Meggs, dirigente de la filial de Oath Keepers en Florida; Kenneth Harrelson, otro integrante de Oath Keepers en Florida; Thomas Caldwell, un oficial de inteligencia jubilado de la Marina; y Jessica Watkins, quien encabezaba a un grupo extremista de Ohio.