Maná vive emotivo reencuentro en el corazón de México
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Difícilmente una banda mexicana tiene un estatus tan contrastado dentro y fuera de su país como Maná. La banda de pop rock ha recorrido el mundo presentándose en conciertos masivos y tiene una fanaticada fiel en Estados Unidos, pero en su país de origen suele dividir opiniones y tenía años sin presentarse en vivo en la capital.
En Estados Unidos la banda llegó a tocar en la Casa Blanca y ostenta el récord del mayor número de conciertos de una misma gira en The Forum de Los Ángeles, con siete en un sólo año. La agrupación también mantiene el récord del mayor número de conciertos de una misma gira en el Staples Center de Los Ángeles, igualmente con siete presentaciones. Es tal el amor que reciben de los angelinos que este año iniciaron en marzo La Residencia, una serie de conciertos en The Forum, que sumó sus más recientes presentaciones en octubre.
Sin embargo, en México, tras la explosión de su música en la década de 1990, su percepción ha ido mutando hasta llevar a una buena cantidad de la población a no estar tan convencida de ellos, ya sea por llevar la contraria, por considerarlos demasiado pop para ser rock o por simple desconocimiento de su trayectoria.
El sábado por la noche arribaron al Foro Sol de la Ciudad de México con su gira México Lindo y Querido, logrando reunir a 60.000 asistentes que corearon conmovidos sus canciones, incluyendo éxitos como “Vivir sin aire”, “Oye mi amor” y “En el muelle de San Blás”, disipando así las dudas sobre el cariño que tienen en su propia tierra.
“Finalmente llegamos aquí, al corazón Azteca de nuestro país, la grandiosa Ciudad de México y para nosotros es una emoción enorme, enorme, más grande que este Foro Sol, la emoción que tenemos de tocar en nuestro país y volvernos a reencontrar”, dijo el vocalista Fher Olvera.
También entonaron “Rayando el sol”, “Labios compartidos”, “Clavado en un bar”, “De pies a cabeza”, “Me vale”, “El reloj cucú” y “Mariposa traicionera”, esta última la dedicó Olvera a las chilangas, como se le dice coloquialmente a las residentes de la Ciudad de México: “Esas cachondas seductoras que les gusta ir de flor en flor, así nos van enamorando a los hombres”.
Previamente Maná se había presentado con Carlos Santana en el Foro Sol en 1999. Otro de los recitales célebres de Maná en México es el Concierto Unidos por la Paz con Jaguares de 2001 en el Estadio Azteca que entonces tenía capacidad para unos 100.000 asistentes. Y más recientemente, en 2015, tuvieron una serie de conciertos en la Arena Ciudad de México que recibe a 22.000.
Maná, cuyo nombre significa energía positiva en polinesio, se formó en 1986 en Guadalajara, en el estado occidental de Jalisco. La banda integrada por Olvera, el baterista Alex González, el guitarrista Sergio Vallín y el bajista Juan Calleros, ha vendido más de 40 millones de discos que incluyen álbumes como su “Unplugged” de MTV, “Cama incendiada”, “Sueños líquidos” y “¿Dónde jugarán los niños?”. Maná ha sido reconocida con cuatro premios Grammy y siete Latin Grammy.
En 2016 develó su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, convirtiéndose en la primera banda de rock mexicana con una placa en el célebre paseo. En 2018 se convirtió también en la primera agrupación honrada como Persona del Año de la Academia Latina de la Grabación, organización que otorga los Latin Grammy. También en 2018 recibió el Premio Billboard de la Música Latina a la trayectoria y en 2021 el Premio Icono en los Premios Billboard de la Música Latina, galardones en los que ha sido reconocido en más de una veintena de ocasiones por sus lanzamientos musicales.
El grupo tiene populares colaboraciones con artistas como Santana, Pablo Alborán, Nicky Jam y Alejandro Fernández.
A lo largo de su carrera, Maná ha realizado activismo ambiental a través de su Fundación Ecológica Selva Negra creada en 1996 y también ha promovido el Voto Latino en Estados Unidos y Latinoamérica.
En el concierto, Maná dedicó su tema “¿Donde jugarán los niños?” para crear conciencia sobre la urgencia de acciones contra el cambio climático. Durante la canción apareció una marioneta gigante de elefante e imágenes de incendios forestales.
“La preocupación de cuidar a nuestra madre tierra, la única que tenemos, no hay un planeta B, no hay un plan para nadie más que estar aquí y asumir las consecuencias si no hacemos bien las cosas”, dijo Olvera. “Esta canción se la quiero dedicar a todos los chiquitos que viven y que son futuras generaciones, nuestros sucesores”.
La banda dijo que estaba documentando el concierto para poder compartirlo con el mundo. También tuvieron una sección de “palomazo” (tocada informal) en la que cantaron desde una plataforma colocada hacia la parte trasera de la zona de pista del foro donde también invitaron a fanáticas a subirse con ellos para cantar “Eres mi religión”. En la plataforma también entonaron “Se me olvidó otra vez” de Juan Gabriel.
Olvera se tomó igualmente un momento para recordar a las personas fallecidas durante la pandemia.
“Se nos hace una celebración enorme estar aquí. Este concierto es una celebración de vida”, dijo el vocalista. “Seguimos vivos después de una gran tragedia, de un suceso que nos pasó por encima, muchas de las personas cercanas, familia, amigos se fueron al cielo... así que para nosotros es una celebración estar aquí, una celebración de amor y de vida”.