Italia cede con 3 barcos migrantes, 4to se dirige a Córcega
ROMA (AP) — Un barco de rescate de migrantes se dirigía el miércoles hacia la isla francesa de Córcega con la esperanza de que Francia ofreciera un puerto seguro a sus 234 pasajeros, según indicó el grupo humanitario europeo que lo gestiona, después de que Italia cediera y admitiera desembarcar en suelo italiano a los migrantes rescatados por otros tres barcos.
Francia aún no ha ofrecido públicamente un puerto al Ocean Viking, pero el barco con bandera noruega esperaba que lo hiciera en algún momento, indicó el vocero de SOS Méditerranée Francesco Creazzo. El alcalde de Marsella dijo que la ciudad portuaria les aceptaría de buen grado.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se adelantó y emitió un comunicado el martes por la tarde dando las gracias a Francia por aceptar al Ocean Viking, lo que provocó críticas el miércoles en la radio pública francesa a la aparente maniobra italiana.
El vocero del gobierno francés Olivier Veran dijo a France Info que el Ocean Viking “debe ser recibido en Italia” porque estaba en aguas territoriales italianas, y tachó de “inaceptable” el rechazo italiano a permitir el desembarco de los pasajeros.
Dado que Italia es el mayor beneficiario del sistema comunitario de solidaridad financiera, exigió que “Italia interprete su papel y respete sus compromisos europeos”.
Para el martes por la noche, los pasajeros restantes en otros tres barcos humanitarios, a los que Italia había negado la entrada en un principio, habían desembarcado en puertos italianos. El último fue el Humanity 1, operado por el grupo SOS Humanity, que desembarcó a sus 35 pasajeros en el puerto siciliano de Catania.
En un primer momento no se dio explicación para el cambio de postura de Italia, aunque expertos legales y los grupos humanitarios señalaron que según la legislación marítima, todas las personas encontradas en el mar en situación de emergencia tienen derecho a acceder al puerto seguro más cercano, donde pueden pedir asilo.
El nuevo gobierno de ultraderecha de Meloni había permitido en un principio el desembarco sólo de los migrantes considerados como “vulnerables”, y pretendía enviar a los demás de vuelta al mar. Pero los dos barcos atracados en Catania, el Humanity 1 y el Geo Berents, se negaron a zarpar.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, había aprobado medidas y dijo que los responsables de ofrecer un puerto seguro eran los países donde estaban registrados los barcos humanitarios, y no Italia. Sin embargo, los grupos benéficos dijeron que la medida incumplía de forma clara la ley marítima y algunos habían iniciado acciones legales contra el gobierno.
“Estamos aliviados de que la gente haya podido ir a tierra y que todos los rescatados de emergencias en el mar finalmente hayan sido asignados a un lugar seguro, como requiere la ley del mar”, dijo Till Rummenhohl, responsable de las operaciones del Humanity 1. “Sin embargo, estamos consternados por el desprecio flagrante de las autoridades italianas hacia la ley y los derechos humanos”.
Meloni se ha mostrado desafiante. En el comunicado en el que mencionó de forma prematura la decisión francesa de abrir sus puertos al Ocean Viking, dijo que era importante “continuar esta línea de colaboración europea con los países más expuestos para encontrar una solución compartida”.
“La emergencia de inmigración es un problema europeo y debe resolverse como tal, con pleno respeto a los derechos humanos y el principio de legalidad”, dijo.
El alcalde de Marsella, Benoit Payan, instó al gobierno francés a abrir un puerto al Ocean Viking y dijo que su ciudad aceptaría encantada a los migrantes.
“Los náufragos, los hijos, mujeres y hombres a bordo del Ocean Viking deben ser rescatados”, tuiteó.
“Francia debe abrir un puerto con urgencia y asumir sus responsabilidades”, dijo Payan. “Marsella, fiel a su historia, está preparada”.
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Sylvie Corbet informó desde París.