Disturbios complican diálogo en Bolivia tras 12 días de paro
LA PAZ, Bolivia (AP) — Manifestantes agredieron a la policía tras una noche de choques que frustró una reunión para resolver una huelga de casi dos semanas en la provincia de Santa Cruz, el motor económico de Bolivia, que reclama un censo que le daría mayor presupuesto y más escaños en el Legislativo.
La policía informó el miércoles que detuvo a ocho jóvenes de entre 21 y 34 años acusados de destruir bienes del Estado después de que fuera apedreado el módulo policial de la localidad de La Guardia, cercana a la ciudad de Santa Cruz, al este de La Paz.
El comandante de la policía de La Guardia, Edson Rojas, indicó que al menos seis patrullas fueron apedreadas y sus llantas pinchadas. Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo en conferencia de prensa que una patrulla incluso tuvo un impacto de arma de fuego.
En Bolivia es feriado por el Día de Todos Santos pero aún así los choques entre sectores que apoyan el paro y afines al gobierno -que bloquearon los accesos a la ciudad de Santa Cruz- duraron desde la noche del martes y se extendieron hasta la madrugada del miércoles.
Un grupo de jóvenes y vecinos buscaron levantar el bloqueo para dejar pasar carros cisterna con combustible, que escasea en Santa Cruz, pero la policía los dispersó con gases lacrimógenos.
El conflicto no dejó que se lleve a cabo una reunión entre el gobierno y representantes de Santa Cruz.
El censo, que redistribuiría los recursos económicos y las bancas en la Asamblea, se debía llevar a cabo este mes, pero alegando problemas logísticos el gobierno lo postergó por decreto hasta 2024.
El gobernador opositor de Santa Cruz, Fernando Camacho, y líderes cívicos han pedido que se haga en 2023 y que sus resultados se apliquen para las elecciones generales de 2025.
Según analistas un nuevo censo le daría a Santa Cruz mayor representación legislativa y le permitiría tener más peso en las decisiones políticas, pero el gobierno del presidente Luis Arce busca demorar el empadronamiento para que la nueva redistribución de escaños no merme su fuerza política en las próximas elecciones presidenciales.