"Argentina 1985" se convierte en éxito de taquilla
BUENOS AIRES (AP) — Con la sala todavía en penumbras y los títulos en pantalla de “Argentina, 1985”, la película sobre el histórico juicio civil a los jerarcas de la última dictadura militar argentina, la adolescente Catalina Miralles aplaude emocionada porque alguna vez los villanos fueron derrotados. Y no en una ficción.
“Pasó acá, en nuestro país, tenemos que estar orgullosos”, destacó la joven de 16 años tras una función vespertina de entradas agotadas en un cine de un centro comercial de Buenos Aires. “Había estudiado sobre la dictadura en la escuela, pero sabía muy poco del juicio”.
“Argentina 1985” de Santiago Mitre se ha convertido en un éxito de taquilla a pesar del boicot de las grandes cadenas de cines locales y de que el país atraviesa, como otras partes del mundo, por un período de fuerte polarización en la que la revisión de los sucesos de las décadas de 1970 y 1980 se ha vuelto un terreno de disputa política.
Muchos padres contemporáneos al histórico juicio a las juntas militares encuentran en esta película la oportunidad de acercar a sus hijos a un acontecimiento fundacional para la democracia argentina luego de una de las más feroces dictaduras en Latinoamérica y que extrañamente la cinematografía local no había abordado.
Desde su estreno a fines de septiembre, “Argentina, 1985” ha sido vista por más de 900.000 espectadores, lo cual la convierte en el debut de la cinematografía más exitoso de los últimos dos años a nivel nacional, pese a que se proyecta únicamente en salas independientes.
El público tampoco ha dejado de verla en la gran pantalla, a pesar de que ya está disponible en la plataforma de streaming Prime Video.
La película se centra en la figura del fiscal Julio Strassera —interpretado por el astro Ricardo Darín— quien fue designado para llevar adelante la acusación contra los jerarcas de la última dictadura militar (1976-1983), entre ellos Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti y Leopoldo Galtieri, por delitos de lesa humanidad.
Nunca en la historia mundial un tribunal civil había juzgado a una junta militar.
Las grandes cadenas de cines declinaron proyectarla en una disputa con Prime Video, que fijó una ventana de exclusividad para salas de tres semanas antes de su estreno en la plataforma de streaming el 21 de octubre.
Pese a esta controversia, “Argentina, 1985” fue recientemente elegida por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina como su candidata para buscar una posible nominación al Oscar a mejor película internacional. El cine local ya recibió dos estatuillas por “La historia oficial” (1986) y “El secreto de sus ojos” (2010), películas que también abordan la violencia política en la década de 1970.
“La película te ayuda a valorar más la democracia que tenemos, lo que nos costó”, acotó Pablo Laun, de 17 años, acompañado por sus padres. “Todos los pibes (adolescentes) deberíamos verla”.
Strassera, ayudado por un equipo de jóvenes abogados, se propuso demostrar la implementación durante el régimen de un plan sistemático de secuestro, tortura y desaparición de disidentes con el objetivo de poner fin a organizaciones subversivas. Los funcionarios judiciales enfrentaron amenazas, presiones políticas y la mirada desconfiada de una parte importante de la sociedad que desconocía lo que había sucedido en decenas de centros clandestinos de detención en todo el país.
El relato cinematográfico se sostiene sobre una fiel recreación de la época y caracterización de los personajes; una dosis de humor -Strassera, fallecido en 2015, tenía esa virtud- y la selección, entre cientos, de testimonios de los sobrevivientes que declararon en el juicio, como Adriana Calvo, quien dio a luz a su hija en un patrullero mientras estaba en cautiverio.
Pero llega en un momento en el que surgen grupos de extrema derecha __con arraigo entre los jóvenes__ que reivindican el accionar de las Fuerzas Armadas y cuestionan la cifra de 30.000 desaparecidos que denuncian los organismos de derechos humanos.
“Creo que el ‘Nunca más’ hoy tiene más vigencia que nunca", destacó Aida Colombres, una espectadora de 70 años, en referencia a la célebre frase del fiscal Strassera en su alegato final del juicio. “Refrescar la memoria es el mejor antídoto contra los fascistas”.