Cambio climático: Las décimas cuentan
En el termómetro, una décima de diferencia parece algo minúsculo, que ni se nota en la calle. Los pequeños cambios en la temperatura promedio, sin embargo, pueden tener enorme impacto en el clima mundial y dar paso a grandes desastres. Esa es la perspectiva que enfrenta el mundo con un clima cada vez más imprevisible, extremo y caliente.
En el 2015, los países de todo el mundo acordaron en París reducir las emisiones de gases con efecto de invernadero para contener el calentamiento mundial, dejándolo “muy por debajo” de los 2 grados Celsius (3,6 Fahrenheit). El objetivo es que no supere los 1,5 grados (2,7).
Dos grados de diferencia no parecen mucho. Cuando se habla de temperaturas promedio a nivel mundial, no obstante, marcan una enorme diferencia.
“Cada décima cuenta”, repiten a cada rato los meteorólogos de todo el mundo.
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NOTA DE REDACCIÓN: Este despacho es parte de una serie sobre los problemas más graves asociados con el cambio climático, el papel de la ciencia, el impacto del calentamiento del planeta y lo que se hace para lidiar con este tema.
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La temperatura promedio de la Tierra subió 1,1 grados Celsius (2 Fahrenheit) desde la era preindustrial. O sea, 0,4 grados (0,7) más y se rebasará el límite de 1,5 que no se quiere pasar. Una vez superada esa marca, se podrían producir más catástrofes climáticas, según los científicos.
Es cierto que las décimas cuentan. Se habla de promedio de temperaturas, pero en algunas partes del mundo, sobre todo en grandes masas de tierra y en el norte, como el Ártico, las temperaturas ya subieron más de 1,1 grados e incluso superaron los 1,5, de acuerdo con algunos estimados.
Hay que tratar de ver las temperaturas como una curva de campana ya que el promedio no revela “los extremos ocultos”, señaló el profesor de la Princeton University Gabe Vecchi.
“En el extremo, donde la forma de la campana es muy angosta, hay posibilidades de eventos extremos”, manifestó. “Si hay un leve cambio en el promedio de la cima de la campana en dirección de un calentamiento, el resultado es que bajan sustancialmente las posibilidades de que haya temperaturas muy frías y aumentan las posibilidades de que haya temperaturas mucho más cálidas”.
Algo parecido pasa con el nivel de las aguas. El aumento promedio no permite ver el hecho de que en algunos sitios el agua subió mucho más que en otros.
La mayoría de los países, incluidos los dos que más emisiones producen, Estados Unidos y China, no van en camino de reducir el calentamiento a 1,5. Ni siquiera 2 grados Celsius, de acuerdo con los expertos, a pesar de sus promesas de bajar las emisiones a un “cero neto”, cuando ya no se agregan nuevas emisiones a la atmósfera.
Si las temperaturas aumentan más de 2 grados Celsius hacia fin del siglo, el mundo experimentará cinco veces más inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor, según estimados del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático.
“Todo puede suceder” en ese caso, advirtió la profesora de la Brown University Kim Cobb.
La amenaza de cambios irreversibles y los circuitos de retroalimentación que aumentan el calentamiento, como el derretimiento del permafrost, que atrapa enormes cantidades de gas de invernadero, pueden producir más calentamiento todavía.
“Es asombroso pensar cuánta gente enfrentará una amenaza inmediata de fenómenos extremos relacionados con el clima en un mundo con dos grados de más”, dijo Cobb.
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