Cardenales enfrentan futuro sin Pujols y Molina
SAN LUIS (AP) — Un momento mágico se gestaba en una fría noche sabatina en San Luis, cuando los Cardenales perdían ante los Filis de Filadelfia en un partido a ganar o morir en su serie de comodines de la Liga Nacional y Albert Pujols se presentaba en el plato.
El dominicano pegó un sencillo en el último turno al bate de su carrera.
Sin embargo, los Cardenales no pudieron impulsar la anotación en la octava entrada, cuando Paul Goldschmidt y Nolan Arenado, candidatos al premio al Jugador Más Valioso, se poncharon. El partido llegó al noveno inning y de pronto los aficionados tuvieron ante sí un potencial momento mágico con el turno de Yadier Molina al bate con un corredor en base, con dos outs y con los campeones de la División Central de la Liga Nacional abajo por dos carreras.
Él puertorriqueño también conectó un hit en el último turno al bate de su carrera.
Y entonces la magia acabó.
Tommy Edman pegó un elevado de foul que representó el tercer out ante el cerrador Zach Eflin, y los precoces Filis empezaron a celebrar en grande. Los Cardenales poco a poco se escabulleron rumbo al dugout y a los vestuarios. La temporada —y toda una era en el béisbol de San Luis— había terminado con la derrota de 2-0 con que fueron barridos en la serie de dos partidos.
“Saben, es algo que ni siquiera asimilaré la siguiente semana”, dijo más tarde Pujols cuando le preguntaron sobre el final de su brillante carrera y si ya lo había asimilado. “Es algo que me tomará meses de superar, sabiendo el gran equipo que teníamos y la posibilidad de traer un campeonato, y es algo que no sucedió”.
Pujols hizo todo lo que pudo esta temporada, con una racha en la segunda mitad que a muchos les hizo recordar su primera década con los Cardenales. Inyectó energía a la ciudad de la misma manera que lo hizo Mark McGwire con sus jonrones alguna vez y cuando Pujols finalmente superó los 700 cuadrangulares en su carrera todo estaba listo para llegar lejos en la postemporada.
Lo que el dominicano de 42 años estaba haciendo al lado de Molina, de 40, y su compañero de toda la vida Adam Wainwright parecía simplemente poético.
Justo hasta el último out el sábado por la noche.
“Fue una gran temporada”, señaló Molina, “Realmente una gran temporada para todos nosotros, por todos los momentos, los recuerdos. Fue divertido ver a Albert regresar y verlo hacer esas cosas. Fue divertido”.