Nicaragua reitera rechazo a ratificado embajador de EEUU
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El gobierno de Nicaragua reiteró el viernes su “absoluto rechazo” al embajador designado por Estados Unidos, Hugo Rodríguez, cuyo nombramiento fue ratificado por el Senado en Washington, y advirtió que no le permitirá el ingreso al país “bajo ninguna circunstancia”.
En una nota oficial, la Cancillería nicaragüense calificó a Rodríguez como “injerencista insigne e irrespetuoso” y dijo que el diplomático fue “acreditado ofensivamente”, a pesar de que el gobierno de Daniel Ortega le había retirado el beneplácito en julio.
El rechazo de Rodríguez se produce después de que el diplomático diera declaraciones públicas cuestionando al gobierno de Ortega ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde pidió el retorno a la democracia y el cese a las violaciones de derechos humanos.
La vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, leyó la nota del gobierno a través de las radios oficialistas, y reiteró que “el señor Hugo Rodríguez no será bajo ninguna circunstancia admitido” en Nicaragua. “Aquí no entra Hugo Rodríguez”, subrayó.
En la nota diplomática, la Cancillería reiteró su posición “de rechazo, de no aceptación, de la postulación del señor Hugo Rodríguez, injerencista insigne, irrespetuoso y nada diplomático funcionario, acreditado ofensivamente” por Estados Unidos.
“El señor Hugo Rodríguez, y lo decimos enfáticamente, no será, bajo ninguna circunstancia, admitido en nuestra Nicaragua Libre”, señaló el texto tras acusar a Washington de “injerencismo” y “actuación imperialista”.
Hugo Rodríguez, un diplomático que labora en la oficina para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado, fue propuesto por el presidente Joe Biden en mayo para sustituir al actual embajador en Managua, Kevin Sullivan.
Dos meses después, al comparecer en la audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rodríguez anunció que trabajaría para “presionar por el retorno a la democracia, el respeto a los derechos humanos y la libertad de los presos políticos en Nicaragua”.
En esa ocasión dijo que en las elecciones de 2021 “Daniel Ortega y Rosario Murillo privaron a los nicaragüenses de cualquier opción real”, y criticó el cierre de “espacios cívicos a un ritmo alarmante”, expresado en la clausura de unas 2.000 ONG, universidades y otras organizaciones sin fines de lucro que operaban en el país.
La Cancillería nicaragüense, igual que ahora, tildó esas declaraciones de “injerencistas e irrespetuosas”.
Según Murillo, el embajador nominado por Biden no es “nada diplomático” y el gobierno sandinista “no lo acepta con esos discursos intervencionistas sobre nuestra Nicaragua bendita”.
La semana pasada, el subsecretario de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, dijo que Estados Unidos había pedido a Ortega “que haya pláticas, que acepten a nuestro nuevo embajador (y) podamos seguir una ruta de diálogo”, tras solicitar públicamente la liberación de los presos políticos.
Ortega también se refirió el viernes al caso de Rodríguez durante un acto oficial en horas de la tarde, y dijo que sus declaraciones en julio fueron un “insulto e irrespeto”, como “si viniera de nuevo William Walker a apoderarse de Nicaragua”, en alusión al filibustero estadounidense que invadió el país centroamericano en 1956.
“Entonces dijimos inmediatamente: ¡afuera, afuera, se queda afuera, y que ahí siga gritando lo que quiera!”, agregó.
El mandatario arremetió además contra la embajadora de Holanda en Nicaragua, cuyo gobierno suspendió en 2018 la construcción de un hospital en la costa Caribe. “No queremos relaciones con ese gobierno intervencionista”, afirmó Ortega sin más detalles.
El rechazo a Rodríguez ocurre dos días después de conocerse la expulsión de la embajadora de la Unión Europea en Nicaragua, Bettina Muscheidt, confirmada por fuentes diplomáticas pero no por el gobierno nicaragüense.
Nicaragua y Estados Unidos mantienen tensas relaciones diplomáticas desde 2018, cuando estalló una revuelta social que fue violentamente reprimida por la policía y paramilitares, con un saldo de 355 muertos, 2.000 heridos y más de 100.000 exiliados, según organismos de derechos humanos.
Ortega acusó a Washington de financiar un fallido golpe de Estado en su contra y envió a prisión a más de 200 disidentes, según cifras recientes de la oposición, de los cuales más de medio centenar son líderes políticos y estudiantiles, empresarios, periodistas y siete ex aspirantes a la presidencia encarcelados en 2021.