Salvadoreños celebran independencia y marchan contra Bukele
SAN SALVADOR (AP) — Mientras el gobierno del presidente Nayib Bukele celebró con un desfile cívico y militar los 201 años de independencia de El Salvador, grupos opositores marcharon para exigir el fin del régimen de excepción y la violación de los derechos humanos.
El desfile del gobierno, al que asistieron miles de personas, comenzó con la banda musical de la Escuela Militar acompañada de tropas de elite de las Fuerzas Armadas y la policía seguidas de grupos musicales de centros escolares de la capital.
Aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea realizaron ejercicios en el cielo de la capital salvadoreña mientras funcionarios del gabinete de Seguridad, que llegaron a la zona, estrecharon las manos de las personas y se tomaron fotografías.
Las fuerzas de elite del Ejército y la policía realizaron demostraciones simuladas de sus operativos contra los grupos criminales y desfilaron con sus equipos de combate.
“Las decisiones que hemos tomado nos trajeron a este momento… Este 15 de septiembre celebremos el Día de Nuestra Verdadera Independencia”, dijo Bukele en su cuenta oficial de Twitter.
En tanto los grupos opositores, en su mayoría de izquierda, se concentraron en tres puntos de la ciudad para recorrer las principales calles y concluir en una concentración en el centro histórico de San Salvador.
Sonia Urrutia, una de las dirigentes del opositor Bloque de Resistencia Popular, dijo a periodistas que el pueblo se estaba manifestando por el grave deterioro de la economía y el peligroso retroceso en la institucionalidad democrática.
Urrutia denunció maniobras del gobierno para a tratar de impedir que se concentraran y marcharan para expresar el descontento contra Bukele.
“El presidente está queriendo detener las grandes movilizaciones con retenes de policías y soldados y queremos decirle a Bukele que no nos van a detener. Aquí hay una realidad clara, el deterioro de la vida es palpable, no hay trabajo y los jóvenes prefieren migrar”, manifestó Urrutia.
Stanley Quinteros, coordinador adjunto de la Alianza Nacional El Salvador en Paz, que marchaba en rechazo al régimen de excepción, advirtió que el gobierno “no no va a poder parar las protestas del pueblo”.
“La gente perdió el miedo, la gente pide justicia y libertad para los que están detenidos en los centros penitenciarios y que siguen muriendo”, agregó.
“Hoy camino con el pueblo, camino con la gente que demanda soluciones reales ante la injusticia, ante el costo de la vida, ante la inseguridad”, dijo periodistas la diputada Claudia Ortiz, del opositor partido conservador VAMOS y que algunos ven como futura candidata presidencial.
Los organizadores de las protestas esperaban reunir más de 120.00 personas, pero la respuesta fue mínima y al llegar al centro histórico se dividieron en dos, un grupo se quedó frente a la catedral metropolitana y los veteranos de guerra fueron al parque Libertad donde realizaron un mitin.
A pedido del presidente Bukele el Congreso aprobó el miércoles una sexta prórroga del régimen de excepción para seguir combatiendo a las pandillas, a las que responsabiliza de la mayoría de los crímenes cometidos en el país centroamericano. El gobierno advirtió que seguirá con la medida hasta sacar de las calles al último de los pandilleros.
Opositores y organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado reiteradas irregularidades, entre ellas detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso.
El estado de excepción limita la libertad de asociación y suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y motivos de arresto, así como la asistencia de un abogado. Además amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención preventiva y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y los celulares de quienes consideren sospechosos.
En lo que va del régimen de excepción las autoridades han capturado a 52.549 personas, en su mayoría acusadas de formar parte de estructuras criminales o colaborar con las pandillas.
El presidente del Congreso, Ernesto Castro, que también participó en el desfile del gobierno, señaló que según las últimas encuestas para el 80% de la población la delincuencia ha disminuido y que el 95% de los ciudadanos está a favor de las medidas de seguridad. La gente quiere “vivir en paz y en libertad”, manifestó.
Las pandillas, que se estima cuentan con unos 70.000 integrantes, tienen presencia en populosos barrios y comunidades del país y están involucradas en el narcotráfico y el crimen organizado. También extorsionan a comerciantes y empresas de transporte y asesinan a quienes se niegan a pagar, según las autoridades.