Muertes de empleados de CFE reflejan brutalidad de cárteles
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El asesinato de dos trabajadores de la empresa mexicana de electricidad en el norte del país podría estar relacionado con las tácticas de los cárteles del narcotráfico que buscan intimidar a comunidades, dijo el jueves el presidente de México.
Las bandas de narcotraficantes en México han atacado con cada vez mayor frecuencia a comunidades civiles en sus batallas territoriales, aislando a pueblos que no los apoyan, cortando carreteras y la electricidad, u obligando a los habitantes a irse.
El martes, los agresores abrieron fuego contra dos camionetas que transportaban a trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por una carretera. Dos trabajadores escaparon y dos murieron.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el área en el estado fronterizo de Sonora, en el norte del país, era escenario de enfrentamientos entre pandillas que cortaron la electricidad a dos pueblos como “represalia”.
“Allí hay confrontación de grupos”, dijo López Obrador sobre los alrededores del pueblo de Onavas, donde ocurrió el ataque.
Si bien dijo que los atacantes podrían haber confundido las camionetas de la CFE con las de un grupo rival, López Obrador señaló que “hay otra hipótesis acerca de que, en cumplimento de su deber, fueron a reinstalar la energía eléctrica en dos poblados, que había habido cortes como represalias de uno de los grupos”.
En el estado occidental de Michoacán, los cárteles dejan aisladas periódicamente a comunidades que parecen apoyar a una pandilla rival, derribando tendido eléctrico o cavando trincheras en las carreteras.
Pero el ataque del martes fue inusual, porque hasta ahora los cárteles habían evitado en gran medida perseguir a los empleados públicos que trabajan conectando carreteras o líneas eléctricas. Además, resucitar a la CFE ha sido una de las principales iniciativas políticas de López Obrador.
Grupos criminales —como La Línea, que tiene su base en Ciudad Juárez, y facciones del cártel de Sinaloa— se han disputado por años las lucrativas zonas productoras y de envío de drogas del estado de Sonora.
El conflicto entre grupos delictivos pudo ser un factor en la emboscada y asesinato de nueve personas, todas con doble nacionalidad: mexicana y estadounidense, en una zona rural relativamente cercana a Onavas en 2019.
Las tres mujeres y seis niños que pertenecían a las familias Langford, LeBaron y Miller, fueron emboscados y asesinados por supuestos sicarios del narcotráfico el 4 de noviembre de 2019.
Las investigaciones iniciales dejaron entrever que un grupo de hombres armados de La Línea se disponía a emboscar y asesinar a miembros de un cártel rival. Sin embargo, los familiares de las víctimas afirman que los hombres armados debieron darse cuenta en algún momento de a quién estaban matando.