Aborto asoma como arma electoral importante para demócratas
DENVER (AP) — Visiblemente ansiosas, las mujeres le hablan directamente a la cámara, quejándose de que un republicano de Colorado aspirante a una banca en el Senado se opone a la ley de derechos reproductivos del estado y apoya a los jueces de la Corte Suprema que hace poco desconocieron el derecho constitucional al aborto.
“No hay nada que pensar”, dice una al cierre de un aviso a favor de un senador demócrata. “Necesitamos que Michael Bennet pelee por nosotros”.
El aviso es revelador porque el blanco de la crítica, el empresario Joe O’Dea, es un republicano que apoya al menos algunos derechos a abortar. O’Dea dijo que apoyaría una ley que codifique las protecciones asociadas con el caso Roe v. Wade, que abrió las puertas a los abortos legales en Estados Unidos, aunque se opone al aborto después de 20 semanas, excepto en casos de violación, incesto o para proteger la vida de la madre.
Analistas dicen que posturas intermedias como esa fueron alguna vez las preferidas en el complejo tema del aborto y las que más se acercaban al sentir del votante típico. Pero eso puede cambiar ahora que entrarán en vigor numerosas restricciones al aborto como consecuencia del fallo de la Corte Suprema de junio.
“En este país hay gente que viaja miles de millas para recibir atención médica porque se les dio a los políticos espacio restringir las protecciones”, expresó Adrienne Mansanares, de Planned Parenthood Action Colorado, durante una conferencia de prensa para apoyar a Bennet.
En New Hampshire, los demócratas tienen en la mira al gobernador republicano Chris Sununu, quien se describe como “pro-choice” (a favor del aborto) porque admitiría el aborto en las primeras 22 semanas del embarazo. A partir de la 23ra, lo prohibiría.
En Connecticut, los demócratas tildaron de “extremista” al ex senador estatal George Logan, quien busca la banca de la demócrata Jahana Hayes en la Cámara de Representantes, a pesar de que Logan recibió una calificación de “A” en el 2017 y el 2018 de la rama de Connecticut de NARAL, una agrupación que defiende el derecho al aborto. Los demócratas dicen que la clasificación se basa en los votos emitidos por Logan en la legislatura estatal sobre temas que le importan a NARAL, como las licencias por razones médicas, y no necesariamente en torno al aborto.
También en Connecticut, el candidato republicano a la gobernación Bob Stefanowski destaca en una publicidad televisiva que tanto él como su rival demócrata son “pro-choice”. En una entrevista, dijo que los demócratas mienten al criticar sus posturas hacia el aborto.
“No sé cuántas veces tengo que decir que no voy a cambiar las leyes de Connecticut”, manifestó Stefanowski. “Voy a apoyar el derecho de una mujer a elegir” lo que hace con su embarazo.
El aborto pasó a ser un tema cada vez más político en las últimas décadas, pero la opinión pública no ve todo en blanco y negro.
Generalmente, hay más apoyo para el derecho al aborto al principio del embarazo y va bajando a medida que avanza el embarazo. Es muy bajo cerca del parto, según Jocelyn Kiley, del Centro de Investigaciones Pew. En todas las etapas del embarazo se tolera el aborto si hubo violación, incesto o para proteger la vida de la madre.
“La mayoría de los estadounidenses ven muchos matices en este tema, no lo consideran legal todo el tiempo o ilegal todo el tiempo”, señaló Kiley. Agregó que “es posible que la opinión de la gente haya cambiado en los dos últimos meses”.
El 24 de junio la Corte Suprema se pronunció en torno al caso Dobbs v. Jackson presentado por la Women’s Health Organization y anuló el fallo de Roe, despejando el camino para que al menos 13 estados prohibiesen el aborto, en algunos casos sin hacer excepción siquiera para los casos de violación, incesto o para proteger la vida de la madre.
El encuestador republicano Whit Ayres dice que “hay legislaturas estatales que toman medidas a las que se oponen nueve de cada diez” personas en Estados Unidos.
“La decisión de Dobbs, y todas las leyes restrictivas que le siguieron, enfocaron la atención en los primeros meses del embarazo, no en los últimos”, dijo Ayer.
Si bien mucha gente está a favor de ciertas restricciones, sobre todo después del primer trimestre, las medidas más extremas contempladas en algunos estados controlados por los republicanos van en contra del sentir de la opinión pública, de acuerdo con una consulta de Associated Press-NORC Center For Public Affairs Research de julio.
Hay varios indicios de que crece el apoyo al derecho al aborto. En un estado conservador como Kansas, una propuesta de eliminar el derecho al aborto fue rechazada abrumadoramente. Los demócratas, por otro lado, ganaron una elección en un distrito de Nueva York indeciso en el que su candidato enfocó su campaña en el derecho al aborto.
En una consulta realizada poco después del fallo de la Corte Suprema, el Pew comprobó que el 62% de los adultos de Estados Unidos estima que el aborto debería ser legal en la mayoría de los casos. Es el porcentaje más alto en los 30 años en que se ha estudiado este tema.
Esto alentó a muchos demócratas a explotar el tema del aborto con el argumento de que la elección de un republicano aumenta las posibilidades de su partido de anular Roe y de imponer más restricciones, según la profesora de ciencias políticas de la Universidad de Virginia Jennifer Lawless.
Es algo que los demócratas ya ensayaron en el pasado, sin éxito. En el 2014, el senador demócrata Mark Udall perdió su contienda con el republicano Cory Gardner, que se oponía al aborto pero apoyó la venta libre de métodos anticonceptivos.
Gardner, por su parte, no fue reelegido en 2020. El electorado de Colorado apoyó al candidato demócrata, a favor del derecho al aborto, luego de que el presidente Donald Trump eligiese a la conservadora Amy Coney Barrett para la Corte Suprema.
Colorado se ofrece hoy como alternativa a mujeres de estados cercanos donde acaban de entrar en vigor leyes restrictivas del aborto, sobre todo de Texas.
Karen Middleton, ex legisladora estatal demócrata que dirige la organización defensora de los derechos reproductivos Cobalt, recordó en una entrevista haber hablado con una mujer que tuvo un embarazo extrauterino y que debió manejar cientos de kilómetros desde Texas a Colorado para abortar. La mujer comenzó a sangrar en un sector remoto mientras se dirigía a Colorado.
“Ahora estamos mucho menos dispuestas a hacer concesiones”, dijo Middleton.
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Haigh informó desde Hartford (Connecticut).