Muere Creed Taylor, productor de “The Girl from Ipanema”
NUEVA YORK (AP) — Creed Taylor, una fuerza prolífica e innovadora para la evolución del jazz, quien trabajó con John Coltrane, Ray Charles y muchos otros más, además de popularizar la música brasileña al supervisar la grabación de clásicos como “The Girl from Ipanema”, que ayudaron a convertir a la bossa nova en un fenómeno mundial, ha muerto. Tenía 93 años.
El hijo de Taylor, John W. Taylor, dijo que falleció el lunes en Winkelhaid, Alemania. Murió a causa de una deficiencia cardiaca, después de haber sufrido un derrame cerebral.
Creed Taylor era un hombre blanco que creció en el sur durante la época de la segregación en Lynchburg, Virginia. Tuvo un amplio impacto en la música, como diseñador de empaque ayudó a introducir portadas laminadas y fundas plegables para LPs, como productor tenía oído para el talento emergente y las nuevas tendencias, siendo fundador de Impulse! y CTI Records. Ayudó a descubrir a Herbie Mann, produjo la primera música de Quincy Jones, George Benson y Grover Washington Jr. y produjo o lanzó álbumes de Coltrane, Charles, Bill Evans y Wes Montgomery entre cientos de artistas.
A nivel comercial tuvo su mayor éxito como uno de los primeros en apreciar la bossa nova brasileña que había emergido de Río de Janeiro a finales de la década de 1950. Taylor era productor en Verve Records cuando recibió una llamada telefónica en 1961 del guitarrista de jazz Charlie Byrd, quien había estado de gira en Brasil para el Departamento de Estado y quería que Taylor escuchara unas cintas de ese nuevo sonido sofisticado. Taylor pronto contactó a su amigo Stan Getz, saxofonista de jazz, y sugirió que él y Byrd grabaran juntos.
“Sabía instantáneamente que algo iba a ocurrir ahí”, dijo Taylor a Marc Myers de JazzWax en 2008.
Su colaboración se convirtió en el emblemático “Jazz Samba”, producido por Taylor y con dos contribuciones del talentoso cantautor y músico brasileño Antonio Carlos Jobim: “Desafinado” y “Samba de Uma Nota Só”. Grabado en pocas horas en una iglesia negra en Washington, el álbum se lanzó en 1962 y siguió llamando la atención, colocándose en la cima de la lista pop de Billboard al año siguiente y vendiendo más de un millón de copias. Getz ganó un Grammy a mejor interpretación de jazz por “Desafinado”.
En 1964, Taylor produjo uno de los álbumes más aclamados e influyentes de la época, “Getz/Gilberto”, otro álbum que vendió un millón de copias y que se mantuvo en las listas de Billboard por casi dos años, confirmando el gusto por la bossa nova. “Gilberto/Getz” incluía a Getz, Jobim y el guitarrista brasileño João Gilberto, interpretando canciones clásicas de la bossa nova como “Só Danço Samba” y “Corcovado (Quiet Nights of Quiet Stars)”. “Getz/Gilberto” recibió cuatro Grammys, incluyendo álbum del año y grabación del año, por su más famosa canción “The Girl from Ipanema”, la balada sobria y nostálgica tenía a Jobim cantando en portugués y un cameo en un inglés poco expresivo de una cantante brasileña entonces desconocida, Astrud Gilberto, la esposa de João Gilberto.
“Incluir su voz en ‘The Girl from Ipanema’ fue algo que se le ocurrió de último momento a Stan”, dijo Taylor a JazzWax. “Ninguna voz femenina había sido planteada. Yo ni siquiera sabía quién era hasta que Jobim me presentó con ella en la sesión. Creo que en ese entonces Jobim y Joao se podían haber opuesto a que ella cantara. Ella era vista solamente como la esposa de João y no como una cantante entrenada. Creo que les daba miedo que arruinara la sesión o algo. Pero Stan se mantuvo firme”.
“Stan trataba a mucha gente mal”, dijo sobre el atribulado e impredecible Getz, quien falleció en 1991. “(Pero) pero ese día no había nada de tensión en el estudio. Al final de la sesión Stan dijo, ‘Astrud, vas a ser famosa’”.
Una versión más corta de “The Girl from Ipanema”, sólo con la voz de Astrud Gilberto, se convirtió en un éxito entre los 10 principales. Desde entonces, “The Girl from Ipanema” ha sido interpretada por todo tipo de artistas de Frank Sinatra a Amy Winehouse y suele ser colocada detrás de “Yesterday” como la canción pop más grabada del mundo.
Taylor trabajó con numerosos sellos, comenzando con Bethlehem Records en la década de 1950, y eventualmente formó su propio sello. Comenzó Impulse! en 1960 como una subsidiaria de ABC-Paramount Records, y llegó a acuerdos con Coltrane y Charles entre otros, antes de partir a Verve un año después. Impulse! Lanzó eventualmente “A Love Supreme” de Coltrane uno de los álbumes de jazz más vendidos de todos los tiempos.
En 1967, Taylor lanzó CTI, inicialmente en asociación con A&M Records, y luego como compañía independiente. Lanzó álbumes que iban del favorito del soul y el jazz de Freddie Hubbard “Red Clay” al éxito comercial de George Benson “Bad Benson”, así como álbumes de Jobim, Montgomery, Herbie Hancock, Nina Simone, Milt Jackson y Chet Baker. CTI no sólo fue líder para establecer el “smooth jazz”, mezclando jazz con soul y funk entre otros sonidos, sino que era reconocible por sus portadas realizadas por el fotógrafo Peter Turner, quien solía usar siluetas, encuadres cerrados melancólicos y diseños con colores crudos.
Taylor tuvo problemas hacia finales de la década de 1970, especialmente después de que un acuerdo de distribución con Motown terminó con él declarándose en bancarrota. Hizo resurgir el sello a finales de la década de 1980 y tuvo cierto éxito con el álbum de Larry Coryell “Fallen Angel”. Más recientemente, presidió el relanzamiento de decenas de álbumes de CTI, incluyendo obras de Benson, Ron Carter y Esther Phillips.
El crítico de jazz y músico Leonard Feather, escribió en el diario The Los Angeles Times en 1988, elogiando a Taylor como “un hombre con una visión única, con un oído para el gran talento, así como una buena calidad de sonido”.
Taylor se casó en dos ocasiones, la más reciente con Harriet Schmidt. Tuvo cuatro hijos.
Era el hijo de un dueño de un molino, Taylor también era músico y formó parte de la banda de marcha de su secundaria, además de tocar la trompeta en dos grupos de jazz mientras se titulaba de psicología en la Universidad de Duke. Al graduarse en 1951, fue convocado para la armada y rindió servicio por un año en combate como artillero en la Guerra de Corea.
Tras el armisticio de Corea en 1953 regresó inicialmente a Virginia. Su padre quería que se volviera doctor, pero pronto se mudó al que anhelaba como su hogar sin haberlo conocido, Nueva York, y buscó lo que había sido su pasión por años, el jazz. Incluso aunque creció rodeado de blue grass y música country, se sentía atraído por los sonidos que había descubierto escuchando al locutor de jazz de Nueva York Sidney Torin, conocido como “Symphony Sid”, en WJZ (después WABC).
“Todo de lo que él hablaba era tan chévere y claro en mi cabeza, no sólo la música, sino los ámbitos sociales de los intérpretes de jazz”, dijo a JazzWax. “Todo lo que podía pensar era: ’¡guau!, esta música es algo diferente”. Me moría de ganas de ir a Nueva York y empezar a conocer la gente de la que hablaba Symphony Sid”.