Aves migratorias en África amenazadas por calor y sequías
MOMBASA, Kenia (AP) — Las aves migratorias en África están amenazadas por cambios en los patrones meteorológicos en el centro y el oriente del continente que han agotado sistemas hídricos naturales y causado una sequía devastadora.
Condiciones más calientes y secas debido al cambio climático dificultan la vida para especies migratorias que están perdiendo sus fuentes de agua y terrenos de reproducción, con muchas ahora en peligro o forzadas a alterar sus rutas de migración completamente asentándose en áreas más frescas.
Aproximadamente 10% de las más de 2.000 especies de aves en África, incluyendo decenas de aves migratorias, están amenazadas, con 28 — tales como el pigargo malgache, el halcón de Falca y el alimoche sombrío — clasificadas como “en peligro crítico”. Más de un tercio de ellas son especialmente vulnerables a los cambios climáticos y fenómenos meteorológicos extremos, dice un análisis del grupo ambientalista BirdLife International.
“Las aves están siendo afectadas por el cambio climático como cualquier otra especie”, dijo el coordinador de políticas de BidLife Ken Mwathe. “Los pájaros migratorios son más afectados que otros grupos porque deben seguir moviéndose”, lo que hace más probable que un sitio del que dependen en su jornada se haya degradado de alguna forma.
La ruta migratoria África-Eurasia, un corredor de vuelo para las aves que viajan al sur a través del Mediterráneo y el desierto de Sahara para el invierno, alberga más de 2.600 sitios para aves migratorias. Se estima que 87% de los sitios africanos están en riesgo por el cambio climático, una proporción mayor que en Europa o Asia, dice un estudio de la agencia ambiental de la ONU y el grupo conservacionista Wetlands.
África es más vulnerable al cambio climático porque es menos capaz de adaptarse, dijo Evans Mukolwe, un meteorólogo retirado y director de ciencias en la Organización Mundial de Meteorología.
“La pobreza, la degradación de la biodiversidad, los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de capital y la falta de acceso a tecnologías nuevas” dificultan más para el continente proteger los hábitats de especies silvestres, dijo.