Irán niega estar implicado en ataque a Salman Rushdie

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Un funcionario del gobierno iraní negó el lunes que Teherán esté involucrado en el ataque contra el escritor Salman Rushdie, aunque intentó justificarlo.

Nasser Kanaani, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, vertió sus declaraciones tres días después del ataque a Rushdie con un cuchillo en el estado de Nueva York. El autor ya respira sin asistencia artificial y está en la “senda de la recuperación”, según su agente.

Rushdie, de 75 años, ha enfrentado amenazas de muerte durante más de 30 años por su novela “Los versos satánicos”, en la que presenta al profeta Mahoma de una forma que algunos musulmanes consideran blasfema.

En 1989, el entonces líder supremo de Irán, el ayatolá Ruholá Jomeini, emitió una fetua —un edicto islámico— en la que exigía la muerte del escritor, y aunque Irán no ha estado enfocado en Rushdie en años recientes, el decreto aún está vigente.

Además, una fundación iraní semioficial había ofrecido una recompensa de más de 3 millones de dólares por el asesinato de Rushdie. No ha hecho comentarios en torno a la agresión.

“Con relación al ataque contra Salman Rushdie en Estados Unidos, no consideramos que nadie merezca reproche, culpa o incluso condena, salvo (Rushdie) mismo y sus simpatizantes”, declaró Kanaani.

“A este respecto, nadie puede culpar a la República Islámica de Irán”, agregó. “Creemos que los insultos realizados y el apoyo que él recibió fueron un insulto contra los seguidores de todas las religiones”.

Irán ha negado haber realizado otras operaciones en el extranjero contra disidentes en los años posteriores a la Revolución Islámica de 1979, aunque fiscales y gobiernos occidentales han atribuido a Teherán varios ataques de esa clase.

Rushdie fue apuñalado el viernes cuando se disponía a dar una conferencia en el oeste de Nueva York. Sufrió daños en el hígado, así como lesiones en un brazo y un ojo, según su agente, Andrew Wylie. Es probable que pierda el ojo, agregó.

Su agresor, Hadi Matar, de 24 años, se ha declarado inocente de los cargos de intento de asesinato y agresión.

Matar nació en Estados Unidos de padres que emigraron desde Yarún, Líbano, según el alcalde de ese poblado.

En años recientes, Matar había vivido en Nueva Jersey con su madre, que le dijo al periódico Daily Mail de Londres que su hijo se tornó taciturno y más religioso tras un viaje de un mes a Líbano en 2018.

“Yo esperaba que regresara motivado, que concluyera la escuela, que obtuviera su título y un empleo. Pero en lugar de ello se encerró en el sótano. Había cambiado mucho; durante meses no me habló ni a sus hermanas”, dijo Silvana Fardos.

Registros municipales en Yarún muestran que Matar tiene la ciudadanía libanesa y es chií, dijo un funcionario local que habló a condición de guardar el anonimato por cuestiones de seguridad. Dijo que el padre de Matar vive en la localidad pero que ha estado recluido desde el ataque a Rushdie.

Banderas del grupo extremista chií Hezbollah, respaldado por Irán, cuelgan en diversas partes del poblado, al igual que retratos de líderes del grupo e iraníes. En el pasado Israel ha bombardeado posiciones de Hezbollah allí.

La policía en Nueva York no ha dado un motivo para el ataque, aunque el fiscal del distrito Jason Schmidt se refirió a la recompensa sobre Rushdie al argumentar en contra de establecer una fianza para el sospechoso en una audiencia el fin de semana

“Incluso si esta corte fijara una fianza de un millón de dólares, nos arriesgamos a que esa fianza pudiera cubrirse”, dijo Schmidt.

En sus declaraciones el lunes, Kanaani agregó que Irán no “tiene ninguna otra información más que la que han reportado los medios estadounidenses”. Implicó también que Rushdie atrajo el ataque él mismo.

“Salman Rushdie se expuso al enojo y la furia populares al insultar la sacralidad del islam y cruzar las líneas rojas de más de 1.500 millones de musulmanes y también las líneas rojas de los seguidores de todas las religiones divinas”, agregó.

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El periodista de The Associated Press Bassem Mroue en Beirut y Matthew Lee en Washington contribuyeron a este despacho.

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