Mourinho, gran entrenador y reclutador de jugadores
ROMA (AP) — Conocido siempre como un gran motivador, José Mourinho también destaca como un mago de las contrataciones en su más reciente tarea como técnico de la Roma.
Si “Mou” les llama, los jugadores vienen rápidamente a la capital italiana.
Todo comenzó hace un año, cuando Mourinho convenció al delantero inglés Tammy Abraham para salir del Chelsea, el entonces campeón de Europa, y sumarse al cuadro italiano.
Al principio, el joven delantero no estaba muy convencido de formar parte de un club que llevaba 15 años sin ganar un trofeo y que históricamente ha ocupado un segundo plano frente a los grandes del norte de Italia: Juventus, Milan e Inter.
Mourinho le preguntó: “¿Quieres quedarte en la lluvia en Inglaterra o venir a disfrutar algo de sol en Roma?”
Eso bastó para concretar la transferencia de 41 millones de dólares. Abraham anotó 27 dianas en todas las competiciones la campaña anterior, incluidas nueve en el trayecto de la Roma para conquistar el título de la Europa Conference League.
Más o menos en la misma fecha, Mourinho persuadió al armenio Henrikh Mkhitaryan — que deseaba irse de la Roma— para que permaneciera una temporada más en el equipo y con quien lo dirigió en el Manchester United.
Mourinho comenzó el ciclo de fichajes del verano atrayendo a otro jugador radicado en Inglaterra: el mediocampista serbio Nemanja Matić, a quien también había dirigido tanto en Chelsea como en el United.
Después puso la mira en el jugador de más cartel de todos: Paulo Dybala. El atacante argentino llegó como agente libre a la Roma. Firmó con el club de la capital pese a que el Inter y el Napoli — clasificados a la Liga de Campeones — mostraron interés en ficharle.
“El entrenador fue muy claro con sus ideas, lo cual fue una de las razones más importantes en mi decisión”, contó Dybala. “Todos sabemos lo que representa en el fútbol. Sus llamadas me emocionaron. He tenido el privilegio con los mejores jugadores y hoy puedo trabajar con uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol”.
La llegada de Dybala hace soñar a los hinchas de la Roma con conquistar más más trofeos, como los títulos de liga que Mourinho ganó antes al mando de Porto, Chelsea, Inter y Real Madrid.
Estos logros antecedieron a la turbulencia que Mourinho enfrentó al frente de Tottenham, donde la apatía en el vestuario y eel desencanto hacia sus tácticas le costaron el puesto en el club londinense al cabo de 17 meses.
A la fecha, Mourinho ha encajado perfectamente en el Roma, club con una ferviente afición en una capital europea importante y que está ávida de conquistar trofeos.
“Advertí al momento de mi llegada lo que significaba, que estaban esperando esto”, declaró Mourinho tras levantar la Conference League en mayo.
Ese título convirtió al portugués en el primer entrenador que saca campeón a cuatro clubes diferentes en copas europeas. Lo hizo con Porto en la Copa UEFA de 2003 y la Liga de Campeones de 2004; con el Inter en la Champions de 2020; y el Manchester United en la Liga Europa de 2017.
Mourinho se tatuó en el brazo derecho los trofeos de la Liga Europa, la Champions y la Conference League.
“Me quedo, no hay duda”, dijo Mourinho, quien ha comenzado la segunda campaña de un contrato por tres temporadas. “Sólo quiero quedarme en Roma. Debemos entender lo que nuestros propietarios, que son personas fantásticas, desean para la próxima temporada; se trata de la historia, y podemos construir un proyecto de verdad firme con profesionales honestos”.
El resurgimiento de la Roma bajo la batuta de Mourinhi atrajo a jugadores como Dybala y reanimó la ilusión de sus seguidores.
“Para nosotros los sudamericanos, jugar en el (Stadio) Olímpico es especial”, dijo Dybala. “Te sientes que estás en Argentina o Brasil, algo que no se ve en Europa. Jugar ante estos hinchas será único”.
La llegada de Dybala fue comparada con la adquisición de Gabriel Batistuta, otro astro argentino, que fue considerada una operación crucial que contribuyó a que Roma conquistara su anterior título en la Serie A, en 2001.
Las contrataciones de la Roma "podrían cambiar la jerarquía entre los grandes clubes de la Serie A”, dijo Fabio Capello, que dirigió a los Giallorossi en 2001. “Roma se ha convertido en un verdadero contrincante”.