Wolfe se retira con los Broncos, tras firmar por un día
ENGLEWOOD, Colorado, EE.UU. (AP) — Derek Wolfe pasará el tiempo persiguiendo felizmente a su hija de 3 años y no a los quarterbacks de la NFL.
El defensive tackle de 32 años anunció su retiro el viernes, argumentando que una lesión de cadera, que requirió una segunda operación el mes pasado, le dificulta mucho cumplir su 11mo año en la liga.
Wolfe, quien fue dado de baja por Baltimore en junio mediante un arreglo por lesión, firmó un acuerdo de un día con los Broncos para retirarse como jugador de Denver, en donde pasó ocho temporadas y ganó un Super Bowl tras ser seleccionado en la segunda ronda del draft de 2012 proveniente de Cincinnati.
“Estoy feliz por terminar de jugar debido a que (las lesiones) se estaban sumando y sé que mi esposa estará feliz de no tener que ver cuando me arrastro a la regadera en las mañanas”, admitió Wolfe.
“Se estaba poniendo feo, entonces es tiempo de decir adiós”, agregó Wolfe. “Podré ser un padre, podré ser un esposo. Podré enfocarme en esas cosas ahora... En mi hija, quien acaba de cumplir 3 años y podré jugar y pasar tiempo con ella”.
Wolfe lamentó el tiempo que pasó lejos de su familia tras firmar hace dos años con los Ravens. En agosto se lesionó la cadera y se perdió toda la temporada. "
“Puedo recordar esos momentos cuando no estuve cerca, especialmente los dos últimos años cuando estuve con Baltimore durante el COVID-19. Tu familia no puede estar cerca, es difícil y me perdí mucho tiempo”, indicó Wolfe. “Entonces lo voy a compensar ahora”.
Wolfe dijo que apreció que los Broncos lo trajeran de vuelta para decir adios.
“Pasé muy buenos momentos aquí”, comentó, “disputé un gran fútbol amercano, gané muchos partidos, gané un Super Bowl”.
Wolfe disputó 122 encuentros en nueve campañas, siendo titular en seis y sumó 350 tacleadas, 81 golpes al quarterback y 34 capturas. Agregó 28 derribos y 3 1/2 capturas en siete duelos de playoffs, cinco con los Broncos.
Tras una sólida temporada de novato, Wolfe se lesionó en un encuentro de pretemporada en Seattle en el 2013 y quedó paralizado durante tres horas. Regresó a la acción dos semanas después, pero posteriormente sufrió una convulsión en la temporada durante un viaje del equipo en autobús al aeropuerto.
Después se perdió varios duelos camino al Super Bowl 48, que los Broncos perdieron ante Russell Wilson y los Seahawks.
Disputó otras siete temporadas y ayudó a que los Broncos ganaran el Super Bowl 50 ante los Panthers de Carolina dos años después de que sufrió la convulsión que casi lo mata.