El papa visita una Quebec cada vez más secular
QUEBEC, Canadá (AP) — El papa Francisco llega a Quebec el miércoles en momentos en que muchos francocanadienses en la provincia canadiense no solamente se están alejando de la religión, sino que la están rechazando explícitamente, adoptando la secularización siglos después de que sus antepasados construyeron su identidad alrededor de la Iglesia católica.
Los banquillos de las iglesias están raramente llenos en estos días, centenares de iglesias han cerrado sus puertas y el gobierno provincial ha prohibido que los trabajadores de servicios públicos luzcan símbolos religiosos.
“Muchos templos están cerrando y eso es muy revelador sobre la declinación del respaldo que la da la población a la Iglesia”, comentó Jean-François Roussel, un profesor de teología en la Université de Montréal. “Algunas personas hablan sobre el colapso de la Iglesia católica en Quebec”.
Aunque casi todos los 6,8 millones de francoparlantes de la provincia tienen raíces católicas, menos de 10% asisten a isa regularmente, comparado con 90% hace varias décadas.
La influencia de la Iglesia en la política y la cultura, alguna vez omnipresente, ha desaparecido casi totalmente y en lo que ahora se conoce como la Revolución Silenciosa, ha perdido su papel central en áreas como la educación y la atención de salud. Eso es significativo si se considera que la Iglesia fundó el sistema escolar en Quebec y que durante decenios controló la educación, el entrenamiento de maestros, la seguridad social y la atención médica.
Daniel Béland, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad McGill en Montreal, dijo que Quebec era muy similar a Irlanda y el sur de Europa antes de 1960. En el pico de su influencia desde 1930 hasta la década de 1950, la Iglesia dominó las vidas de las personas desde la concepción hasta la muerte y estaba estrechamente entrelazada con la cúpula política.
“Controlaba la vida cultural e intelectual hasta qué tipo de libros podían publicarse, qué tipo de pinturas y esculturas podían exhibirse, qué tipo de obras podían escenificarse”, escribieron Stephen Clarkson y Christina McCall, biógrafos del ex primer ministro Pierre Trudeau, nacido en Quebec, quien murió en el 2000.
La derrota de un partido conservador en las elecciones provinciales de 1960 y la victoria de un gobierno Liberal progresista empoderó a una nueva elite económica que buscó el secularismo, agregó Béland.
El nacionalismo francocanadiense en Quebec había estado muy centrado en el catolicismo, pero tras la Revolución Silenciosa, su aspecto más dominante se volvió el idioma francés, agrega.
En 2003 había 2.746 Iglesias católicas en la provincia. Desde entonces, 713 han sido cerradas, demolidas o convertidas, de acuerdo con el Consejo del Legado Religioso de Quebec. El cardenal Gerald Lacroix dijo el año pasado que el número de Iglesias en la provincia no es sostenible.
Hoy, el gobierno de Quebec es firmemente secular, adoptando políticas y una industria que parecen ir contra la ética sexual conservadora del catolicismo. En 2004, la provincia legalizó el matrimonio homosexual. Montreal, la mayor ciudad de la provincia, tiene una activa industria sexual.
En 2019, Quebec prohibió que los servidores civiles en posiciones de autoridad, como maestros, policías y fiscales lucieran símbolos religiosos en sus trabajos. Críticos dicen que la prohibición es motivada por un crecimiento reciente del sentimiento antimusulmán.
Los escándalos de abuso sexual por el clero también han manchado la imagen de la Iglesia. Y el descubrimiento de tumbas anónimas en los internados para indígenas administrados por la Iglesia la dañó aún más.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau, hijo de Pierre, criticó públicamente a la Iglesia el año pasado, diciendo que estaba “profundamente decepcionado” de que no se había disculpado formalmente por su papel en las escuelas, donde los abusos fueron desenfrenados.
La Conferencia de Obispos Católicos de Canadá dijo en 2018 que el papa no podía disculparse personalmente por los abusos en las escuelas, pero Francisco ya lo hizo, en el Vaticano, a inicios de año, y el lunes pasado en Canadá.