Piden arresto de exlíder de Sri Lanka por crímenes de guerra
COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Un grupo de derechos humanos presentó una denuncia penal donde pide el arresto del expresidente de Sri Lanka por su papel en crímenes de guerra que presuntamente se cometieron durante la guerra civil de hace más de una década.
Los abogados del Proyecto Internacional Verdad y Justicia, una organización de recopilación de pruebas administrada por una fundación sin fines de lucro con sede en Sudáfrica, presentaron la denuncia y solicitaron el arresto inmediato del expresidente esrilanqués Gotabaya Rajapaksa por su papel como secretario de Defensa durante la guerra civil de Sri Lanka que terminó en 2009, dijo el grupo en un comunicado el domingo.
Se cree que Rajapaksa vive en Singapur después de huir de Sri Lanka debido a meses de protestas masivas en su contra por el colapso económico del país. Rajapaksa huyó a mediados de julio después de que manifestantes enojados irrumpieran en su residencia. Primero huyó a Maldivas y luego se fue a Singapur.
El grupo dijo que “la denuncia de 63 páginas argumenta que Rajapaksa cometió graves violaciones de las Convenciones de Ginebra durante la guerra civil en 2009 cuando era secretario de Defensa y que estos son delitos sujetos a enjuiciamiento interno en Singapur bajo jurisdicción universal”.
Rajapaksa fue uno de los funcionarios más poderosos durante la administración de su hermano mayor, el presidente Mahinda Rajapaksa, quien gobernó Sri Lanka de 2005 a 2015.
Se convirtió en presidente de Sri Lanka en 2019, pero tuvo que huir a mediados de julio de 2022 debido a las protestas públicas por no resolver una crisis económica sin precedentes en el país.
Después de que Rajapaksa huyó del país, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, se convirtió en presidente interino y la semana pasada, los legisladores lo eligieron para concluir el período restante de Rajapaksa.
Los esrilanqueses han salido a las calles durante meses para exigir la renuncia de líderes por su responsabilidad del caos económico que ha dejado a los 22 millones de habitantes del país luchando con la escasez de productos básicos, incluidos medicamentos, combustible y alimentos. Los manifestantes se han centrado en la familia de Rajapaksa.