Fraser-Pryce vuelve a la cima; Jamaica barre en 100 metros
EUGENE, Oregon (AP) — Esa sonrisa de 100 metros tardó una fracción de segundo en llegar. Cuando Shelly-Ann Fraser-Pryce vio su nombre en lo más alto de la pantalla gigante batió un puño en el aire dos veces y emitió un grito.
Lo había logrado, otra vez. Y deberán pensárselo mejor los que decían que habían pasado los mejores días de la mayor figura del atletismo jamaiquino salvo por Usain Bolt.
Fraser-Pryce aceleró para colocarse de nuevo en la cima de las carreras de velocidad, y obtuvo su quinto título mundial en los 100 metros, en una noche de domingo en que Jamaica arrasó con las preseas.
Fraser-Pryce, de 35 años y madre de Zyon, un niño de tan sólo 4, lideró de principio a fin y cruzó la meta en 10,67 segundos, para superar a Shericka Jackson por 6 centésimas.
La campeona olímpica Elaine Thompson-Herah debió conformarse sorpresivamente con el bronce, al detener el cronómetro en 10,81.
“Estoy motivada y siempre hambrienta por hacer más, ya que creo que se puede lograr”, dijo. “Y definitivamente creo que puedo correr más rápido. Una vez que tengo esta creencia, no voy a parar sino hasta que lo consiga”.
Una noche que comenzó con especulaciones de que Thompson-Herah podría romper el récord de 10,49 segundos establecido hace 34 años por Florence Griffith-Joyner terminó de modo distinto, con una marca de Fraser-Pryce en mundiales.
Cayó así el récord de 10,70 impuesto por la estadounidense Marion Jones en 1999.
En medio de un viento que le agitaba el cabello teñido de rubio y verde mientras realizaba la vuelta triunfal, Fraser-Pryce se detuvo para tomarse fotos con un grupo de aficionados que gritaron como nadie el domingo. Todo era sonrisas, una sensación distinta a la que vivió la atleta en Tokio, cuando finalizó segunda por una enormidad de 13 décimas de segundo.
“Volví a casa, trabajé y trabajé para volver y ahora tuve éxito”, dijo una radiante Fraser-Pryce en la entrevista sobre la pista.
Su oro se suma a los conseguidos en 2009, 2013, 15 y 19. Se proclamó además campeona olímpica en 2008 y 2012.
Una noche después de que Estados Unidos arrasó con el podio en los 100 metros para hombres, Fraser-Pryce y compañía mostraron que hay todavía velocidad de sobra en la isla.
Usain Bolt ganó tres títulos mundiales en los 100 metros durante su década de reinado. Fraser-Pryce tiene ahora cinco en un período que se remonta a 2009 en Berlín, el Mundial en el que Bolt fijó el récord de 9,58 segundos que sigue vigente.
Fraser-Pryce tenía 22 años entonces.
En Eugene, defendió su cetro de 2019, un éxito que llegó poco después de que tuvo un bebé. Dijo que aquella era “una victoria de la maternidad”.
Aquella noche contó que se había sentado en su cama a llorar el día en que supo que estaba embarazada. Muchos sugirieron que su carrera había terminado.
Ni de broma.
La barrida jamaiquina representó una excepción en lo que ha sido casi un monopolio de Estados Unidos en los primeros días del Mundial, el primero del que es anfitrión en la historia.
El país ganó nueve medallas el domingo. Los organizadores dijeron que es la mayor cifra conseguida por una delegación en la historia del Mundial. El récord era de ocho, establecido por la Unión Soviética en 1991.
Minutos antes de los 100 metros para mujeres, Grant Holloway y Trey Cunningham hicieron el 1-2 para la delegación local en los 110 metros con vallas. La carrera pudo ser una barrida, de no haber sido por una salida en falso de Devon Allen, receptor que buscará quedarse en la NFL, quien llegó a la cita como el segundo mejor del ranking mundial.
La expulsión generó abucheos del público. Allen se marchó visiblemente molesto por la decisión.
Casi al mismo tiempo, Ryan Crouser daba los últimos toques al 1-2-3 de Estados Unidos en la bala. Fue el segundo título consecutivo del mundial para este país, que además obtuvo el oro en los Juegos Olímpicos del año anterior.
Joe Kovacs fue segundo y Josh Awotunde completó el podio.
“Estamos orgullosos de esto. Siempre decimos que somos el mejor país del mundo para el lanzamiento de bala y hoy lo demostramos”, dijo Kovacs.
Con la pértiga, las estadounidenses Katie Nageotte y Sandi Morris lograron oro y plata. Nageotte es la vigente campeona olímpica y Sandi Morris tiene ahora tres preseas lateadas en mundiales.
Más temprano, Brooke Andersen y Janee Kassanavoid se apoderaron respectivamente del oro y el bronce en el lanzamiento de martillo para mujeres.
Andersen, de 26 años y originaria de California, subió a lo más alto del podio en el Hayward Stadium de Eugene, Oregon. Se había colocado como líder luego del primer lanzamiento pero fue perdiendo posiciones hasta una ejecución descomunal de 78,96 metros en su séptimo intento.
“Mi primer lanzamiento fue bueno. Después de eso comencé a sentirme un poco frustrada”, relató “Me di cuenta de que quizás estaba esforzándome demasiado, así que me dije: ‘Vamos a divertirnos’, y creo que funcionó en el séptimo lanzamiento”.
Parece que sí. Le permitió superar por más de 3,3 metros a la canadiense Camryn Rogers, quien lideraba la contienda y acabó conformándose con la plata.
Kassanavoid se llevó el bronce para dar a las lanzadoras estadounidenses tres medallas en los primeros tres días del Mundial.
Los medallistas en los 100 metros fueron Fred Kerley, Marvin Bracy y Trayvon Bromell.
Por segunda vez consecutiva, una estadounidense es la reina del lanzamiento de martillo en un Mundial. DeAnna Price lo consiguió en Qatar 2019.
La sesión diurna del domingo repartió otras preseas. El etíope Tamirat Tola ganó el maratón, tras separarse del grupo puntero cerca del final y parar el cronómetro en 2 horas, 5 minutos, 36 segundos —una diferencia de 1:08 respecto de su compatriota Mosinet Geremew.
En los 10.000 metros, el plusmarquista mundial ugandés Joshua Cheptegei defendió su cetro con un tiempo de 27:27,43. El keniano Stanley Mburu se hizo de la plata tras tropezar y caer en la primera vuelta.
El ugandés Jacob Kiplimo obtuvo el bronce.
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El periodista de la AP, Luis Ruiz, contribuyó con este despacho.