Ecuador: Oposición no logra votos para destituir a Lasso
QUITO (AP) — El partido opositor ecuatoriano Unión por la Esperanza, vinculado con el expresidente Rafael Correa, no logró la noche del martes sumar los 92 votos necesarios para la destitución del presidente Guillermo Lasso, a quien acusan de la grave crisis política y conmoción interna que atraviesa el país.
La iniciativa, que se tramitaba en la Asamblea desde el viernes, recibió 80 a favor de la destitución, 48 votos en contra y nueve abstenciones, de un total de 137 legisladores en la cámara.
El trámite legislativo se produjo en medio de una crisis nacional causada por la huelga convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) que ha incluido bloqueos de carreteras, desabastecimiento y actos violentos.
Lasso, un exbanquero de derecha que llegó al poder el 24 de mayo del año pasado para un período de cuatro años, dijo en su cuenta de Twitter tras la votación que “pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador”.
Esta fue la tercera votación de la iniciativa luego de que los partidos opositores no hubiesen logrado la mayoría calificada para la destitución en las dos ocasiones anteriores.
La acción legislativa se produjo cuando el gobierno rompió el diálogo con la mayor organización indígena del país luego de un ataque armado de manifestantes que dejó un militar fallecido y 12 uniformados heridos en la Amazonía, por donde viajaban custodiando un convoy con combustible.
“Ecuador necesita paz, pero para eso necesitamos sostener la democracia. Sacar un presidente no va a solucionar los problemas del país. Quizá tengamos temas que ajustar, pero eso lo podemos hacer en democracia”, dijo Eitel Zambrano, de Bancada Acuerdo Nacional, integrada por legisladores de partidos pequeños de varias tendencias.
Desde los grupos de Unes y Pachakutik (PK), brazo político de la CONAIE, hubo fuertes discursos en contra del gobierno por la incapacidad de resolver la crisis que enfronta el país y por romper el diálogo con las organizaciones indígenas.
Fernando Cabascango. del PK, aseguró que “lo único que están provocando es generar un racismo” y fustigó al mandatario por “desconocer la autoridad de los pueblos”.
Un día después de que la CONAIE, la mayor organización de su tipo, acudió a un diálogo con delegados del gobierno tras dos semanas de protestas violentas, Lasso anunció que su gobierno no puede sentarse a conversar “con quienes pretenden secuestrar la paz de los ecuatorianos”, en alusión al ataque. Acusó al máximo dirigente indígena, Leonidas Iza, de defender sólo “su interés político y no de sus bases”.
“Mientras no existan las garantías necesarias no se puede continuar con el proceso de diálogo”, subrayó.
La organización indígena dijo que la decisión del presidente muestra “su autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad. Responsabilizamos a Guillermo Lasso de las consecuencias de su política belicista. Exigimos respeto para nuestro máximo líder. Lasso no rompe con Leonidas, rompe con el pueblo”.
La Confederación declaró hace más de dos semanas un paro nacional para exigir la reducción del precio de los combustibles, más presupuesto para la educación y la salud, y la fijación de precios de productos agropecuarios. El gobierno anunció recientemente una rebaja en los precios de la gasolina que no satisfizo a los indígenas.
El paro se ha caracterizado por manifestaciones violentas y cierres de vías, lo que ha provocado desabastecimiento de alimentos y combustible. En la ciudad de Cuenca, 310 kilómetros (192 millas) al sur de la capital, está por terminarse el oxígeno médico, especialmente en el hospital regional Vicente Corral Moscoso, que atiende a pacientes de varias provincias del sur, según las autoridades.
La dotación de oxígeno no llega debido a que las protestas mantienen literalmente sitiada a la ciudad, donde también hay escasez de alimentos, agregaron.
El jefe del Comando Conjunto, el general Nelson Proaño, afirmó que el ataque en la Amazonía se produjo cuando los uniformados cumplían operaciones de abastecimiento de combustible y “grupos armados al margen de la ley bloquearon y atacaron al personal militar y policial, registrándose (...) siete heridos pertenecientes al ejército, así como también cinco heridos de la policía y la destrucción e incineración de un vehículo”, dijo.
Añadió que esa institución iniciará acciones judiciales para que la Fiscalía investigue “este acto terrorista e identificar a los autores” de la agresión ocurrida en la provincia amazónica de Sucumbíos.