Ecuador: Lasso dice que líder indígena busca dar golpe
QUITO (AP) — El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso sostuvo el viernes que el líder indígena Leonidas Iza, que encabeza las protestas que ya han dejado cuatro muertos, busca dar un golpe de Estado y advirtió que usará todas las herramientas legales para contener la violencia que han desatado las manifestaciones.
“Está comprobado que la intención verdadera de los violentos es generar un golpe de Estado y por eso hacemos un llamado a la comunidad internacional para advertir de este intento de desestabilizar la democracia en Ecuador”, dijo Lasso en una cadena de radio y televisión.
El mandatario apuntó contra el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, que ha convocado las manifestaciones. “La intención del señor Iza es el derrocamiento del gobierno... El señor Iza ya no puede controlar la situación. La violencia perpetrada por criminales infiltrados se le fue de las manos”.
Lasso convocó a las organizaciones de derechos humanos para que supervisen la situación en el país y destacó que frente a la ola de ataques “el gobierno nacional utilizará todos los recursos legales que la ley le faculta para enfrentar a los vándalos y criminales”.
A su vez, convocó a los indígenas y campesinos “que han sido traídos a Quito con engaños” a que regresen a sus comunidades y añadió que está dispuesto a reanudar el diálogo para buscar una salida a los problemas que desencadenaron las protestas.
Previamente, un grupo de legisladores de la bancada Unión por la Esperanza (UNES), vinculada al expresidente Rafael Correa, inició el proceso legislativo para la destitución del presidente Lasso, aunque en principio no contaría con los votos necesarios porque otras grandes bancadas se han pronunciado públicamente en contra de la iniciativa. Para destituir al mandatario, se requieren al menos 92 votos del total de 136 asambleístas y UNES cuenta con 47.
Marlon Santi, coordinador de Pachaktik —brazo político de esa Confederación— exigió en un vídeo difundido en redes sociales al gobierno a cumplir las exigencias de los indígenas, ya que “estamos convencidos que ese es el espíritu de nuestra lucha”. Convocó asimismo a los manifestantes a que regresen a lugares de paz y seguros para que “no expongan la vida; ellos tienen poder, el poder de las armas y económico, nosotros estamos con el poder de la razón y la dignidad”, agregó.
Luego del mensaje presidencial, las protestas recrudecieron en las inmediaciones de la Casa de la Cultura y el vecino parque de El Arbolito, sede tradicional de reunión de los indígenas, donde equipos policiales antidisturbios arremetieron con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras contra los manifestantes a los que obligaron a desalojar los dos sitios. En la Casa de la Cultura estaban congregados cientos de indígenas, incluidos mujeres y niños.
El canciller ecuatoriano Juan Calos Holguín rechazó por la tarde la “violación” del espacio diplomático en la embajada de Egipto en Quito por parte de manifestantes. Expresó en un tuit su disculpas al embajador y aseguró que la policía logró controlar la “invasión” de protestantes a esa sede.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas convocó al paro nacional para exigir al gobierno del presidente Lasso que cumpla 10 puntos, entre ellos la reducción del precio de la gasolina de 2,55 a 2,10 dólares dólares el galón, mayor presupuesto para la educación y la salud y la fijación de precios de productos agropecuarios.
En el marco de las protestas, una turba atacó la noche del jueves un convoy militar y policial cerca de Quito que buscaba liberar a vehículos particulares y camiones con alimentos.
El general del ejército Edwin Adatty, comandante de la fuerza de tarea de Quito, dijo en rueda de prensa que “esto no es una protesta social, es una violencia social exagerada, desmedida, con fines políticos”, que no especificó.
Detalló que en el ataque, que dejó 17 militares heridos de gravedad y tres camiones militares incinerados, se identificó a manifestantes que disparaban con carabinas, lanzadores de fuegos artificiales y portadores de armas blancas. Convocó a la ciudadanía a denunciar esos actos.
La organización Human Rights International en su cuenta de Twitter dijo “hacemos un llamado de atención a la CONAIE y los exhortamos a hacer el uso debido de su derecho a la protesta y manifestaciones de forma pacífica. Exigimos también que se le respete la vida e integridad a la policía de Ecuador”.
Horas antes, esa organización denunció que cuando cuatro de sus funcionarios realizaban un trabajo de investigación y verificación de las protestas en la capital “fueron víctimas de violencia física, hurto e intentaron retenerlos ilegalmente”, ante lo cual y tras una reunión de emergencia se dispuso su retiro inmediato.
“Rechazamos estos hechos y hacemos un llamado al diálogo”, expresó esa organización, que no dio más detalles de lo ocurrido.
Tras la declaración del paro, en diferentes circunstancias, han muerto cuatro personas, una cuando rodó por una cañada cerca de la capital; otro en un confuso incidente en la ciudad de Puyo, en la amazonia, y dos el jueves víctimas de proyectiles. También se reportan alrededor de 100 heridos de diversa magnitud. Previamente se habían informado dos fallecidos en otros sitios por diversas causas.
En su cuenta de Twitter la policía también denunció que sus efectivos resultaron heridos por disparos de perdigones.
Las protestas se han caracterizado por el bloqueo casi permanente de las principales carreteras, especialmente en el centro-norte del país, donde algunas ciudades más grandes padecen escasez de alimentos, combustibles y gas de uso doméstico.
Los manifestantes se habían mantenido desde el jueves en la Casa de la Cultura y Parque de El Arbolito en Quito, muy cerca de instituciones como la Asamblea, la Fiscalía y la Procuraduría, cuyo edificio fue incendiado y sus documentos destruidos durante protestas indígenas en 2019, cuando pedían que no se eliminara parcialmente el subsidio a la gasolina.